13 sep 2014 , 09:00

Las estrellas británicas se oponen a la independencia de Escocia

El ex Beatle McCartney fue uno de los últimos en tomar partido a favor del "no" en el referéndum.

J.K. Rowling, Paul McCartney, Mick Jagger o David Bowie son algunos de los grandes nombres de la cultura británica que se oponen a la independencia de Escocia, al contrario que Ken Loach o Sean Connery.

 

El ex Beatle McCartney fue uno de los últimos en tomar partido a favor del "no" en el referéndum del 18 de setiembre firmando una carta abierta para que Escocia se quede en el Reino Unido.

 

La carta, publicada por primera vez el 7 de agosto en la prensa, fue firmada por más de 200 personalidades, entre ellas Jagger, el astrofísico Stephen Hawking, la actriz Judi Dench, y estrellas de Hollywood como Helena Bonham-Carter o Michael Douglas.

 

Pero una de las pocas estrellas en explicar en detalle las razones de su compromiso con el "no" es la autora británica de Harry Potter, J.K. Rowling, que donó un millón de libras a la campaña del "no".

 

La autora británica, que vive en Edimburgo desde hace 21 años y se casó con un escocés, explicó su posición en su sitio web www.jkrowling.com, lo que le valió una cascada de insultos en Twitter.

 

"Por residencia, matrimonio, y por gratitud a todo lo que este país [Escocia] me ha dado, mi lealtad a Escocia es total, y con ese espíritu he escuchado en los últimos meses los argumentos y contrargumentos" sobre la secesión.

 

"Mis dudas en abrazar la independencia no tienen que ver con la falta de fe en el admirable pueblo de Escocia y sus logros". Lo que ocurre es que "cuanto más escucho a los partidarios del 'sí', más me preocupa la minimización e incluso la negación de los riesgos" que rodean la independencia.

 

Con más humor, el actor Mike Myers, que encarna al superagente británico Austin Powers y presta su voz a Shrek, el ogro escocés de los dibujos animados, dijo querer que Escocia siga en el Reino Unido.

 

En una entrevista con BBC radio, el actor canadiense, de padres ingleses, se resistió a responder, pero al final, usando la voz y el acento escocés del personaje, dijo: "Shrek quiere lo que quiera el pueblo escocés".

 

Volviendo a su voz normal, el actor dijo: "amo Escocia, espero que sigan siendo parte del Reino Unido. Y si no, seguiré amándolos".

 

La actriz Emma Thomson se preguntó con escepticismo, "¿por qué molestarse en crear una nueva frontera?".

 

El bando del "no" incluye también a los cantantes Sting, Cliff Richard, Bryan Ferry, David Gilmour, Rod Stewart y David Bowie, uno de los primeros en hablar, con la voz de la modelo Kate Moss, a la que mandó a los últimos Brit Awards para recibir un premio con el siguiente mensaje: "Escocia, quédate con nosotros".

 

Un James Bond por la independencia

Los partidarios de la independencia son menos conocidos fuera y tienen al "James Bond" Sean Connery como figura de proa. Para él, la independencia es "una oportunidad demasiado buena para dejarla pasar."

 

El actor, que lleva tatuado en su antebrazo "Escocia para siempre", es uno de los muchos nativos que no podrán votar porque no viven en Escocia.

 

El director de cine inglés Ken Loach, conocido por su compromiso social de izquierdas, animó a los escoceses: "hacedlo, otros países colonizados se independizaron antes".

 

A su lado hay varios actores escoceses que han hecho carrera en Hollywood, como Gerard Butler (300, Lara Croft, El Fantasma de la Ópera ...) y Alan Cumming (The Good Wife, James Bond Golden Eye,X Men ...)

 

También defiende el sí el actor y director Peter Mullan, el escritor Irvine Welsh, autor de "Trainspotting", o la diseñadora de moda Vivienne Westwood.

 

Y la cautela 

La cantante escocesa Annie Lennox, de Eurythmics, dijo en cambio que el tema es demasiado "complejo" y puso en duda de que su "visión tenga alguna importancia".

 

El actor escocés James McAvoy (X-Men, Narnia, El último rey de Escocia ...), que tampoco quiere revelar su decisión, aportó un poco de distensión retando a Alex Salmond y Alistair Darling, los jefes de las campañas del "sí" y el "no", a participar en el desafío de echarse un cubo de agua fría en beneficio de la asociación contra la ELA, la esclerosis lateral amiotrófica, una enfermedad neurodegenerativa.

 

Los dos aceptaron y Salmond retó al primer ministro británico David Cameron, que todavía no se ha dado la ducha de agua fría pero quizás la sufra el 18 de setiembre. 

Noticias
Recomendadas