Morona Santiago hace historia al quedar vicecampeón de fútbol playa

La delegación de Morona Santiago sorprendió a todos al llegar a la final de fútbol sala de los I Juegos Nacionales de Playa de Olimpiadas Especiales.

Más aún cuando la mitad de sus jugadores no conocían la playa y ninguno había jugado fútbol en la misma. Así lo explica el portero Cristhian Vellin.

"Es bien cansado jugar en arena para nosotros, nos pesa. Nosotros jugamos normalmente en canchas de cemento, sintéticas o en arena de río", explicó el joven de 21 años, uno de los dos integrantes unificados (personas sin discapacidad) que puede tener cada provincia.

Rebeca Aguayo, representante de la delegación, aclaró que los chicos tienen distintas discapcidades y que el equipo tenía poco tiempo de conformado.

"Ellos entrenan en canchita de tierra, sin zapatos y eso los ha ayudad a ser fuertes, pero la arena de acá es pesada para ellos", contó.

"Nostros estamos satisfechos con haber venido hasta acá con haber participado y que ellos conozcan la playa, esa es nuestra satisfacción, con eso nos sentimos campeones", añadió Aguayo quién dijo eso tras clasificar a las semifinales, sin saber que llegarían al duelo final ante Manabí.

Morona superó 6-4 a Los Ríos, 3-0 a Loja y 2-0 a Napo para llegar a la semifinal donde venció 2-1 en penales a Santo Domingo. En el duelo por el título cayó ante Manabí.

Entre sus futbolistas, el equipo moronense cuenta con dos futbolistas que pertenecen a la comunidad Shuar y que previo a cada partido hacían un rito.

"Es para poner todo de nosotros en la cancha, estar más fuerte y más ánimo", revelan César Chumak, de 17 años y Guido Aguí de 15 años. Ambos concuerdan en que el rito, que proviene de sus ancestros, es secreto y que se lo realiza media hora antes de cada partido.

Ahora estos jugadores se regresan a su provincia con una medalla de plata que no imaginaban y la ilusión de regresar por la de oro.