Roncagliolo y su Abril Rojo

Por Allen Panchana Macay

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Santiago Roncagliolo (Lima, 1975) sorprendió a la crítica literaria con una novela negra que retrata un Perú todavía con heridas abiertas por Sendero Luminoso, aquel grupo extremista que instaló el terror en el país Sudamericano.  

Abril Rojo se desarrolla en Ayacucho, bastión del grupo terrorista. Es la primavera de 2000, en medio de la celebración de Semana Santa y, como contexto, se infiere, las elecciones presidenciales salpicadas de corrupción y fraude por parte del gobierno fujimorista. 

La novela ganó el premio Alfaguara 2006. El protagonista es Félix Chacaltana Saldívar, fiscal distrital adjunto, quien investigará los asesinatos relacionados con resurgentes senderistas. Sorprende la técnica literaria y la sencillez del escritor para atrapar a sus lectores, en clave policiaca. “Con fecha 21 de abril de 2000, el párroco de la iglesia del Corazón de Cristo, Sebastián Quiroz Mendoza, fue encontrado ya cadáver en las inmediaciones de su sótano, en circunstancias en que los vecinos solicitaron la intervención de las fuerzas policiales para garantizar el orden y la seguridad mientras el victimario disparaba al aire por las calles adyacentes al domicilio parroquial”. 

La obra se divide en nueve capítulos y cada uno empieza de forma distinta, lo que hace sentir una serie de narradores que nutren y hacen distinto el trabajo literario. A continuación un ejemplo. No se asuste por los errores ortográficos y de puntuación… El autor trata simplemente de advertir de quién provienen las palabras: “te has portado mal, Justino. te has portado muy, muy mal. y no lo meresco. yo te di la luz, yo abrí contigo las bocas negras de la muerte y tu me pagas así. está mal ¿lo entiendes? mira tu reflejo, mírate. eres un traidor”. 

326 páginas de un thriller que engancha y, al mismo tiempo, preocupa. Porque es casi un trabajo periodístico. Según Roncagliolo, en la Nota del Autor, “los métodos de ataque senderistas descritos en este libro, así como las estrategias contrasubversivas de investigación, tortura y desaparición, son reales. Muchos de los diálogos de los personajes son en realidad citas tomadas de documentos senderistas o de declaraciones de terroristas, funcionarios y miembros de las FFAA del Perú que participaron en el conflicto. Las fechas de la Semana Santa del año 2000 y la descripción de sus celebraciones también son verdaderas”.  

A partir de Abril Rojo, he leído casi todos los libros de Roncagliolo. Ficción y no ficción. Ya se imaginará la buena pluma que debe tener. De hecho, él tiene un particular interés por desempolvar la historia negra de Sendero Luminoso. Vuelve a este tema en La cuarta espada (también recomendadísimo). En todo caso, busque Abril Rojo y  disfrute cada línea, que sabe a historia, a Perú, a Literatura.  

Este texto está clasificado como un ESPACIO de OPINIÓN.