08 dic 2025 , 22:26

La reducción del hacinamiento de la cárcel de Machala no ha parado la violencia

La sobrepoblación, aunque reducida, impide separar a procesados de sentenciados, a delincuentes de bajo riesgo de cabecillas de alto perfil y dejó a las bandas criminales el mapa perfecto para expandirse.

   

Una de las características que facilita la criminalidad dentro de las cárceles es el hacinamiento.

La cárcel de Machala en la provincia de El Oro, es un penal, diseñado para 630 internos, que llegó a alojar a 1 500 en octubre. Pero según el SNAI, en los últimos dos meses, logró reubicar a 448 presos, reduciendo el hacinamiento del 132% a 45,56%. Pese a esto, el peligro no ha mermado.

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La sobrepoblación, aunque reducida, impide separar a procesados de sentenciados, a delincuentes de bajo riesgo de cabecillas de alto perfil y dejó a las bandas criminales el mapa perfecto para expandirse.

¿Cómo está distribuida la cárcel?

Una fuente policial y militar confirmó a Televistazo que tiene cinco pabellones principales. A un costado está el pabellón La Paz; a su lado se encuentran Zaruma 1 y Zaruma 2, junto a ellos están: cuarentena 1 y cuarentena 2 y al extremo contrario se ubica el pabellón de máxima seguridad, un bloque de tres pisos.

Según información oficial, los Lobos Box controlan cerca del 90% del penal y ocupan casi todos estos pabellones. En contraste, los Lobos Espejo y los Choneros están aislados en un espacio reducido que representa el 10% de la cárcel.

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La ubicación es otro factor que agrava el riesgo. El reclusorio está en pleno corazón urbano, rodeado por un parque, un coliseo, comercios y hasta la Comandancia de Policía.

La zona tiene buena conectividad al internet y, sumado a la facilidad con la que los reos ingresan celulares al penal, facilita el ingreso de información, refuerza las redes externas de las bandas y entorpece el control estatal.

El resultado es letal: 63 personas asesinadas en cuatro masacres solo en 2025. Todas ocurridas después de que, en agosto, la custodia regresara de Fuerzas Armadas a la Policía.

Una en septiembre, dos en noviembre y la última en diciembre. Es un epicentro donde el hacinamiento no solo asfixia, también mata.

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