60 niños de un escuela en Los Ríos estudian en medio de un bosque

Son alumnos de octavo y noveno curso del colegio Aurora Estrada y Ayala en el cantón Puebloviejo de la provincia de Los Ríos.

Todos los días trasladan sillas en medio del bosque para tener un lugar donde estudiar.

La precaria infraestructura del plantel y la falta de aulas obliga a los directivos a adecuar el salón de clases bajo la sombra de los árboles.

En reiteradas ocasiones los maestros han suspendido las clases por la lluvia que cae en la zona y que obliga a los niños a recoger sus libros y dirigirse a casa. Además están expuestos a los insectos y arácnidos.

No es el primer año en que los estudiantes se instruyen bajo la sombra de los árboles.

En la escuela fiscal ya se ha hecho costumbre buscar lugares donde capacitar a los alumnos, la sobrepoblación estudiantil llega a 460 jovenes para ocho aulas. Salones también improvisados con techos de zinc y paredes de caña.

En el plantel solo tres computadoras están habiliatadas para tantos estudiantes, el colegio fue construído por la Dirección Nacional de Servicios Educativos (Dinse) en el gobierno de Alfredo Palacios, pero desde aquella época no se han hecho reparaciones.

En la prefectura de Los Ríos y el municipio de Puebloviejo existe el ofrecimiento de colaborar con las reparaciones y construcción de aulas en la escuela fiscal, pero hasta ahora continuan a la espera, no solo de estos recursos, sino también del pronunciamiento por partes de las autoridades de educación.

Ante esta situación, Carmelina Villegas  coordinadora Zonal de Educación, dispuso que se hagan dos jornadas en la institución, matutina y vespertina, para que los estudiantes no continuen a la intemperie.

La decisión es temporal hasta que se construyan nuevas aulas.