16 oct 2012 , 12:20

Una de cada 100 personas en el mundo se ve obligada a migrar, según Cruz Roja

Una de cada cien personas en todo el mundo se ve obligada a migrar como consecuencia de algún tipo de desastre, bien sea conflictos armados, violencia y agitación política, o los efectos del cambio climático, denunció hoy la Federación Internacional de la Cruz Roja (FICR).

Una de cada cien personas en todo el mundo se ve obligada a migrar como consecuencia de algún tipo de desastre, bien sea conflictos armados, violencia y agitación política, o los efectos del cambio climático, denunció hoy la Federación Internacional de la Cruz Roja (FICR).

"La migración forzosa es un fenómeno en aumento y que no va a desaparecer", manifestó en la rueda de prensa de presentación del Informe Mundial Sobre Desastres 2012 el subsecretario general para Sociedades Nacionales y Desarrollo del Conocimiento de la FICR, Matthias Schmale.

Según el informe de la FICR, que este año se centra en la migración forzosa, actualmente existen en el mundo más de 72 millones de personas que se han visto obligadas a abandonar su hogar por algún tipo de desastre, frente a los 101 millones del pasado año, si bien considera que las cifras oficiales están subestimadas.

"Las cifras no reflejan la realidad. En 2010 ocurrieron el terremoto de Haití y las inundaciones de Pakistán que acapararon gran atención mediática, por lo que se puso más atención en contabilizar el número de desplazados", explicó Schmale aludiendo así a una diferencia de 27,4 millones de personas en el número de personas afectadas por desastres naturales.

Pese a esta diferencia, Schmale aseguró que para sentenciar que la migración forzosa es un fenómeno en aumento, la FICR ha tenido en cuenta los desastres naturales menores, es decir aquellos que reciben poca atención mediática y en los que no trasciende el número de desplazados, pero que a su juicio sí incrementan el volumen de inmigrantes forzosos.

"En el informe hemos sugerido ampliar la definición de migración forzosa y hemos tenido en cuenta, entre otras, el traslado de personas a las ciudades o la migración temporal por periodos de sequía que normalmente no se contabilizan como inmigrantes forzosos", explicó Schmale.

El informe alerta, asimismo, de la "compleja naturaleza de los desastres actuales", que va acompañada de "una capacidad sin precedentes para desarraigar a un gran número de personas" y fomentar los desplazamientos forzosos.

El subsecretario general para Diplomacia y Valores Humanitarios de la FICR, Robert Tickner, instó a los Gobiernos a poner en marcha mecanismos de cohesión entre inmigrantes forzosos y comunidades de acogida, ya que según denunció "las actitudes de muchos países ante la llegada de inmigrantes se están endureciendo".

Según el informe, actualmente un número cada vez menor de inmigrantes obtiene permiso de entrada a otros países y el rechazo que provoca su llegada tanto a los políticos como a los ciudadanos de los países de acogida "supone un impedimento para brindar une major asistencia humanitaria a largo plazo".

Finalmente, el documento de la FICR recordó que la asistencia a los inmigrantes forzosos cuesta anualmente al menos 8.000 millones de dólares, al tiempo que reclamó "soluciones y medidas urgentes" para abordar el coste humano de la inmigración forzosa.

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