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Comunidades de Orellana denuncian nuevo foco de contaminación tras cierre de botadero municipal
Aunque se ordenó cerrar el botadero de El Dorado, una celda emergente instalada a un kilómetro sigue generando malos olores y presunta contaminación en los esteros que abastecen a varias comunidades.
En Orellana, cuatro comunidades de la parroquia El Dorado, en El Coca, llevan nueve años reclamando el cierre definitivo de un botadero municipal a cielo abierto.
Ese depósito recibía 70 toneladas diarias de basura y operaba sin control técnico ni medidas ambientales. Los lixiviados llegaban directo a los esteros que desembocan en el río Indillama, usado para consumo humano, pesca y ganadería. Malos olores, gases tóxicos y gallinazos rodeaban la zona.
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En 2016, 500 personas denunciaron el problema. Cinco años después, un juez ordenó el cierre del botadero y la remediación ambiental. La decisión fue ratificada en agosto del mismo año. Sin embargo, recién en mayo de este año se cumplió el cierre.
Pero, a un kilómetro de allí, el municipio instaló una celda emergente que hoy recibe 83 toneladas diarias de desechos. Según el cabildo, los residuos son clasificados y cubiertos con lastre, arena y piedras, mientras que los lixiviados se conducen a dos piscinas para tratamiento técnico.
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Este nuevo sitio también genera cuestionamientos. A solo 100 metros fluye un estero donde comuneros denuncian contaminación. En un recorrido, el olor era penetrante y las aguas turbias evidenciaban el impacto. Por esa razón, habitantes de El Dorado presentaron una acción de protección.
“Los lixiviados casi directos se vayan al río donde existen finqueros que existen a la ganadería; es el estero Indillama, pasa por la parroquia Taracoa. Dentro de todo ese recorrido existen nacionalidades, centros poblados que se alimentan y toman esa agua”, Fernando Córdova, habitante de El Dorado.
El municipio insiste en que todo el manejo se hace en un circuito cerrado y que el sistema está previsto para funcionar al menos dos años más.
“Estamos justamente haciendo un seguimiento para saber a qué se deben estas contaminaciones o si realmente se está debiendo a gente maliciosa, por decirlo así, que está dañando nuestra obra”, Erika Félix, dir. Ambiente Municipio El Coca.
Por ahora, las comunidades esperan que en diciembre se realice la audiencia final de verificación y la inspección judicial que evaluará el cumplimiento total de la sentencia, incluida la implementación de un plan integral de manejo de residuos sólidos y la remediación de los esteros y tierras aledañas.
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