Gobierno amplía alcances de su proyecto de reforma tributaria

El Gobierno dio forma a su anuncio de trasladar a la banca el costo de incrementar el Bono de Desarrollo Humano. El ministro de Finanzas, Patricio Rivera, dio su aval.

El proyecto, denominado Ley de Redistribución del Gasto Social, contempla que los recursos se obtendrán por medio de un impuesto del 3% a los ingresos gravables de la banca, un impuesto del 3% anual a los fondos que la banca tenga en el exterior, y de un impuesto del 0,35% mensual a las inversiones off shore.

Marcos López, exvocal del Banco Central, analizó la Ley a Ingresos Gravables. Indicó que no sólo toca las utilidades de la banca sino también otros recursos.

Para Fausto Ortiz, exministro de Economía de este gobierno, el proyecto de ley plantea que el incremento del bono no solo la pague la banca, sino que lo paguemos todos los ciudadanos.

Si se aprueba la ley, los servicios financieros -como un retiro de un cajero automático o el costo por entrega de un estado de cuenta- pagarán IVA.

La ley también señala que los impuestos que se cobren a la banca o instituciones financiera no van necesariamente a ser destinados en su totalidad para financiar el bono, sino que también podrían ser utilizados para otras actividades redistributivas de riqueza.

El efecto es claro, coinciden los dos analistas: aprobada esta ley habrá menos crédito en el país.

Cálculos iniciales contemplan que dada la reforma, los bancos ofertarían 2 mil millones de dólares menos en préstamos a sus clientes.

Este proyecto, que reforma cinco cuerpos legales, plantea, entre otros puntos, que los bancos deban entregar obligatoriamente toda información que el servicio de rentas internas requiera sobre sus clientes. Con ello, el sigilio bancario prácticamente desaparecería. Contempla también que sea el Estado el que fije los sueldos de los administradores y representantes legales de la banca.