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Los moradores pidieron a la Policía Nacional que refuerce la vigilancia en ese sector
Entre los moradores de la parroquia de Pomasqui, ubicada en el extremo norte de Quito, hay conmoción porque 90 tumbas del cementerio fueron robadas.
Ante esa situación, los vecinos solicitaron más vigilancia policial en la zona. “Los muertos merecen descansar en paz. Los cristales están rotos en varias tumbas”, dijo una vecina.
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La gente contó que delincuentes rompieron los vidrios y se llevaron las protecciones de aluminio de las lápidas, también el mármol. Los policías llegaron a tomar evidencias e informaron que un menor de edad fue aislado. “No se lo encontró en flagrancia y Dinapen procedió a entregarlo a sus familiares”, manifestó Erika Beltrán de la Policía Nacional.
El cementerio está ha cargo del párroco del pueblo, quien no apareció tras el robo. Los moradores pidieron que este hecho no quede en la impunidad.
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