08 feb 2013 , 04:44

Café y Twitter, recursos para esperar el fin de una maratoniana negociación

Las maratonianas negociaciones en el Consejo Europeo han provocado horas de insomnio a líderes europeos, periodistas y funcionarios de la UE, una espera acompañada en muchos casos de múltiples tazas de café y del seguimiento de Twitter buscando pistas sobre lo que ocurría a puerta cerrada en la reunión.

Las maratonianas negociaciones en el Consejo Europeo han provocado horas de insomnio a líderes europeos, periodistas y funcionarios de la UE, una espera acompañada en muchos casos de múltiples tazas de café y del seguimiento de Twitter buscando pistas sobre lo que ocurría a puerta cerrada en la reunión.

Aunque ya se ha convertido en costumbre que algunas de las negociaciones de la Unión Europea (UE) empiecen tarde y terminen de madrugada, las relativas a presupuesto -aunque cada siete años- son de las más intensas y largas.

En medio de la lluvia, el granizo y la nieve, Las delegaciones fueron llegando el jueves hacia las 13h30 GMT al Justus Lipsius, nombre oficial de la sede del Consejo de la UE en Bruselas.

Muchos de los más de 1.330 profesionales de medios de comunicación de Europa de los aproximadamente 1.800 que se acreditaron para esta cumbre pasaron la noche a la espera de noticias y con un café en la mano.

Otros decidieron acomodarse en sillas para echar una cabezada, otros optaron claramente por el suelo para dormir una "siesta", pegados a su cámara de televisión, y muchos se quedaron con un ojo puesto en las pantallas gigantes que comunican los anuncios de la sesión de trabajo de los líderes comunitarios.

Una de las novedades para la prensa en esta cumbre es la posibilidad de acreditarse con una sola tarjeta de identificación para todas las reuniones del semestre, algo que han solicitado unos 600 periodistas, de los que más de 370 han informado de esta cumbre, dijeron fuentes comunitarias.

"Estamos preparados para todo", aseguraron las fuentes al ser preguntadas por el abastecimiento y recursos con que cuentan para atender a más de 2.000 personas durante un reunión del Consejo Europeo que puede durar varios días.

"No podemos correr el riesgo de quedarnos sin comida", insistieron las fuentes, que ofrecieron a la prensa barra libre de café, te y bebidas refrescantes sin alcohol, además del almuerzo habitual que se prepara para los funcionarios en la cantina del edificio.

Los chefs del Consejo ofrecieron mayores exquisiteces a los veintisiete jefes de Estado y de Gobierno de la UE, entre los que solo son mujeres las gobernantes de Alemania, Dinamarca y Lituania.

Para conseguir acercar sus posturas sobre el presupuesto comunitario, les ofrecieron un menú compuesto por un entrante de filete de lenguado gratinado con espinacas y almendras y, de segundo, suprema de pintada a la miel y limón verde, acompañada de endivias al horno.

De postre, se sirvió a los líderes mantecado a la fresa con muselina de vainilla y helado de queso blanco, todo ello regado con caldos europeos.

En lo que respecta a las delegaciones de los Estados miembros, las fuentes indicaron que la media de participantes ha estado en torno a unos veinte diplomáticos por país.

Si se tiene en cuenta a los 27 Estados de la Unión y a la invitada Croacia, que se incorporará al club comunitario el próximo 1 de julio, más los representantes de la Comisión Europea y los diplomáticos del Servicio Europeo de Acción Exterior, el resultado total de asistentes por esa parte asciende a unas 600 personas.

A todos ellos -al igual que al cuerpo de prensa acreditado en Bruselas de forma permanente y los que acudieron de las capitales- las intensas negociaciones apenas les dieron esta mañana un respiro de un par de horas para ir a sus hoteles, tomar una ducha, echar una siesta y vuelta al Consejo Europeo hasta el fin de las discusiones, que en total han durado casi 28 horas.

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