Partidos islamistas de Pakistán piden pena muerte internacional por blasfemar

Diversas formaciones políticas religiosas de Pakistán, algunas con representación parlamentaria, pidieron hoy el establecimiento de leyes internacionales contra la blasfemia en las que se prevea la pena de muerte para los culpables.

Según el diario local Express Tribune, la decena de agrupaciones convocadas en una conferencia en Islamabad por el ilegalizado grupo islamista Jamaatud Dawa (JuD) responsabilizaron a las autoridades de EE.UU. del video que denigra la figura de Mahoma.

En una resolución aprobada de forma unánime, pidieron a los países musulmanes que se hagan valer ante la comunidad internacional para conseguir la aprobación de leyes antiblasfemia en la ONU y les instaron a abandonar ese foro si la iniciativa no obtiene respaldo.

La conferencia contó con la asistencia, entre otros, de Fazlur Rehman, líder de Jamaat Ulema-e-Islam (F), un partido religioso que fue parte de la coalición de Gobierno durante esta legislatura.

También estuvo presente Hafiz Said, líder de JuD y miembro de una lista de terroristas reclamados por la India y Estados Unidos, por su supuesta relación por ejemplo con la organización del atentado múltiple contra la ciudad india de Bombay en 2008.

El texto aprobado por los reunidos advierte de que los gestos contrarios al islam pueden provocar "un choque de civilizaciones" y una guerra mundial, ya que la libertad de expresión se ha usado simplemente "como una herramienta contra los musulmanes".

El presidente paquistaní, Asif Alí Zardari, criticó ayer duramente ante la Asamblea General de Naciones Unidas los actos que atentan contra los símbolos religiosos del islam, y también pidió leyes internacionales que regulen estos ataques.

Pakistán vivió la semana pasada una ola de manifestaciones en todo el país contra el vídeo producido en Estados Unidos que se mofa de la figura de Mahoma, y durante los disturbios murieron una veintena de personas.

A pesar de que el volumen de las protestas ha descendido en los últimos días, aún se mantiene la alerta para la comunidad occidental residente en Pakistán en previsión de posibles ataques en represalia por la aparición de caricaturas de Mahoma en diversos países.