A partir de hoy, en la ciudad solo estarán abiertos los servicios esenciales como las farmacias.
La capital rusa, Moscú, entró hoy en cuarentena con el cierre de los servicios no esenciales hasta el 7 de noviembre, entre máximos históricos de muertos y contagios por coronavirus en todo el país.
El alcalde, Serguéi Sobianin, adelantó el cierre de la urbe de doce millones de personas dos días antes que el resto de Rusia, que superó en las últimas 24 horas los 40.000 positivos y alcanzó los 1.519 decesos diarios por covid-19.
A partir de hoy, en la ciudad solo estarán abiertos los servicios esenciales como las farmacias, las tiendas de alimentación y los de venta de otros bienes de primera necesidad.
Los eventos masivos o espectáculos también están prohibidos durante las vacaciones obligatorias, mientras los teatros y museos continuarán funcionando, pero con la limitación del 50% del aforo.
Los escolares tendrán vacaciones durante estos once días y los universitarios solo podrán continuar sus estudios a distancia.
El alcalde también ha anunciado la vuelta al teletrabajo de al menos el 30% de los trabajadores no vacunados contra el coronavirus y de los que no han pasado la enfermedad, además del autoaislamiento de los mayores de 60 años hasta febrero próximo.
El código QR de vacunación será obligatorio a partir del día 8 de noviembre para cualquier actividad cultural, deportiva o espectáculo al que acudan más de 500 personas.
En las últimas 24 horas en Moscú murieron 95 personas, mientras los contagios de coronavirus ascendieron a 8.440.
Ante la situación de alerta sanitaria y las bajas tasas de vacunación, el presidente ruso, Vladímir Putin, ordenó vacaciones retribuidas a los rusos del 30 de octubre al 7 de noviembre. EFE
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