Un perro mastín tibetano fue vendido por USD 1 millón en una feria de mascotas de lujo en China
La adquisición por parte de un desarrollador inmobiliario en Zhejiang subraya cómo esta raza, símbolo de estatus, se convirtió en un activo de inversión en el país asiático.
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Así se ve el gigante Dogo del Tíbet, también llamado Mastin Tibetano( )
Un ejemplar de mastín tibetano alcanzó un precio de USD 1 milón en una sola oferta durante la Feria de Mascotas de Lujo de la provincia de Zhejiang, China. El comprador, un adinerado desarrollador inmobiliario, adquirió el perro de pura raza en una transacción que confirma la integración de mascotas de alto valor al ecosistema de lujo del país.
El mastín tibetano es una raza ancestral, oriunda del Himalaya, donde fue criado durante siglos para proteger monasterios y rebaños contra amenazas como lobos y leopardos. Los machos destacan por su tamaño imponente, superando a veces los 90 kilogramos, y por un pelaje espeso que recuerda a la melena de un león, lo que le confiere una presencia majestuosa.
El valor astronómico de este ejemplar se debe a factores específicos que lo convierten en un bien de élite. Los precios exorbitantes responden a la exclusividad de sus linajes de sangre pura, a la rareza de pelajes rojizos o dorados, colores asociados a la suerte en la cultura china, y a su fuerte valor simbólico como emblema de estatus para la clase alta china.
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La venta, capturada en un video que se hizo viral en plataformas como X e Instagram, ilustra el auge del mercado de mascotas de lujo en China, un sector valorado en miles de millones de dólares anuales. Este crecimiento económico ha transformado la raza, pasando de ser un perro guardián a convertirse en un activo de inversión, similar a las obras de arte o los vinos finos.
No obstante, los expertos advierten que este tipo de perro no es para cualquier persona. Su carácter independiente, junto a su gran tamaño, exige una inversión seria en cuidados especializados, que incluyen comida de alta calidad, atención veterinaria constante y un espacio adecuado, lo que incrementa notablemente sus ya altos costes de manutención.
Aunque la transacción generó debates en el ámbito digital sobre la ética en la crianza y el lujo animal, la realidad es que el mastín tibetano, o Do-Khyi, sigue siendo un emblema cultural de poder ancestral en China. La escasez de ejemplares excepcionales seguirá impulsando los precios a niveles millonarios, consolidando su estatus de guardián de lujo global.
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