10 ago 2016 , 12:49

Neisi Dajomes, la niña que levanta pesas con cintillos y lazos

Cintillos y lazos no parecen ir con la pesas pero sí con la personalidad de Neisi Dajomes.

La pesista ecuatoriana, Neisi Dajomes, es la menor de la delegación ecuatoriana con solo 18 años pero cumple una destacada actuación al conseguir el primer lugar del Grupo B en la categoría de 69 kilogramos.

 

Dajomes, oriunda de la provincia de Pastaza, es hija de refugiados colombianos que se quedaron en el Ecuador hace más de 20 años huyendo de la violencia en su país.

 

Neisi siendo niña tuvo que vivir en un internado y viendo a su hermano entrenar con pesas empezó a tener curiosidad por ese deporte, que nunca le ha quitado su gusto por los colores, los cintillo y el brillo de distintos colores en sus uñas.

 

A los 11 años Neisi ya entrenaba en Pastaza y a los 13 años compitió en su primer mundial en Perí, quedando en octavo lugar.

 

Pero las cosas no fueron fáciles para la deportista a pesar de sus condiciones, y es que la ruptura de sus padres hizo que la madre de Neisi decidiera volver a Colombia pero sus entrenadores convencieron su progenitora para que la dejara en el Ecuador y pudiera seguir entrenando.

 

La madre de Neisi al final no retornó a Colombia y se quedó viviendo en Pastaza con los hermanos de la halterista, de los cuales tres también levantan pesas y en una competencia en Georgia compartió el podio con su hermana de 16 años.

 

En el 2015 en los Juegos Panamericanos Neisi le dio un susto a los ecuatorianos cuando se desmayó en la competencia al levantar 121 kilogramos, pero no se amilanó y en lugar de abandonar la prueba en sus dos siguientes intentos levantó 123 y 125 kilogramos, que sumados a los 100 de arranque le dieron la medalla de plata.

 

La entrenadora Mayra Hoyos relató que ella no supo el motivo del desmayo hasta después de la prueba, y el motivo fue que Neisi no comió nada desde el día anterior porque tenía un par de kilos de más para participar en la categoría que le correspondía.

 

Neisi es ahora una deportista de élite y puede ayudar a mantener su hogar gracias al deporte con que alguna pensó que se dañaría su cuerpo e intentó retirarse, pero las palabras de Gustavo Llerena la hicieron recapacitar y volver a las pesas para permitirle ahora soñar con lograr alguna medalla olímpica.

 

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