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Más allá del festejo por haberle ganado a Perú, hay una realidad innegable: a Ecuador le falta contundencia.
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Enner Valencia celebra con Alan Franco, quien dio la asistencia para el gol de cabeza del delantero de Ecuador ante Perú, en Quito, por las eliminatorias sudamericanas.( )
La reciente victoria de la selección de Ecuador sobre Perú por 1-0 en las eliminatorias al Mundial 2026 fue más que solo tres puntos. Fue un respiro necesario para una selección que ha estado bajo presión tras la llegada del nuevo técnico, Sebastián Beccacece, y las dudas sembradas después de la caída del pasado viernes ante Brasil.
Sin embargo, aunque el triunfo ante Perú trajo alivio y alegría, también dejó en evidencia las falencias de la Tri, especialmente en su ofensiva.
La celebración fue doble: primero, porque Ecuador rompió una racha de más de una década sin vencer a Perú en eliminatorias. Segundo, porque Enner Valencia, capitán histórico y máximo goleador de la selección, volvió a encontrarse con el gol.
Su potente cabezazo selló la victoria y le permitió redimirse ante una hinchada que lo había criticado duramente tras su fallo en la Copa América cuando Ecuador quedó eliminado ante Argentina.
El mensaje de Beccacece sobre proteger y respetar a Valencia fue claro, y el delantero demostró que, con confianza, puede seguir siendo fundamental para la Tri.
Más allá del festejo hay una realidad innegable: Ecuador tiene una de las mejores defensas de sudamérica, pero le falta contundencia en el ataque.
A pesar de dominar el juego ante Perú y mantener el control del balón, Ecuador no pudo plasmar esa superioridad en el marcador y eso es preocupante.
La falta de armas ofensivas sigue siendo el talón de Aquiles del equipo. Ganar por la mínima diferencia contra una selección peruana en crisis no parece suficiente. Beccacece deberá encontrar soluciones para hacer que el equipo sea más letal en ataque, especialmente considerando los desafíos que se avecinan.
El próximo partido contra Paraguay será una prueba crucial. Con Gustavo Alfaro, antiguo técnico de Ecuador, al frente del equipo guaraní, el duelo tendrá un sabor especial.
Alfaro, quien fue clave en la renovación generacional de la Tri y llevó al equipo a Catar 2022, conoce a fondo a los jugadores que ahora están bajo las órdenes de Beccacece.
Esto convierte al encuentro del próximo 10 de octubre en un desafío táctico donde Ecuador no solo debe ganar, sino también demostrar que puede hacerlo con autoridad y sin sufrir en el camino.
La victoria sobre Perú no debe ser vista como un punto final, sino como un paso necesario en el proceso de consolidación del proyecto de Beccacece.
Ecuador necesita crecer en todos los aspectos del juego si quiere asegurar su clasificación al Mundial 2026. El equipo tiene el talento, especialmente con jóvenes figuras como Moisés Caicedo, ahora capitán, pero el tiempo para encontrar la fórmula ganadora se está agotando.
Los próximos partidos contra Paraguay y Uruguay serán determinantes, y si bien la victoria sobre Perú fue un respiro, la verdadera prueba aún está por llegar.
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