12 oct 2012 , 08:37

Lance Armstrong: ¿cómo se engañó a las autoridades?

Tras el lapidario informe de la Agencia Antidopaje de Estados Unidos (USADA) sobre "sofisticadas técnicas de dopaje" en el equipo de Lance Armstrong, muchos se preguntan cómo se logró con tanta facilidad burlar los análisis médicos de detección de sustancias ilegales.

Tras el lapidario informe de la Agencia Antidopaje de Estados Unidos (USADA) sobre "sofisticadas técnicas de dopaje" en el equipo de Lance Armstrong, muchos se preguntan cómo se logró con tanta facilidad burlar los análisis médicos de detección de sustancias ilegales.

La USADA dice que los testigos revelaron los métodos más sofisticados, profesionales y exitosos que el programa sobre dopaje en el ciclismo haya visto jamás.
Hasta ahora once miembros del equipo de US Postal Service al que perteneció la leyenda del ciclismo han dado declaraciones sobre sus historias de dopaje.
Pero tal como señala el corresponsal deportivo de la BBC, Stephen Mulvey, hasta ahora el testimonio más revelador es el de Tyler Hamilton.

El excompañero de Armstrong relata en su libro "The Secret Race" ("La Carrera Secreta"), que fue publicado en septiembre, detalles minuciosos sobre cómo obtenían las drogas, cómo las almacenaban, cómo las entregaban e inyectaban a los ciclistas.

Incluso cuenta que transportaban las jeringas en una lata de refresco.

Pero lo más extraordinario, dice Mulvey, es que explica lo fácil que fue burlar las pruebas de dopaje.

Armstrong rechazó las alegaciones de Hamilton y previamente su abogado describió las acusaciones de USADA de "cacería de brujas".

Lenguaje secreto

Hamilton cuenta que comenzó utilizando testosterona, el "huevo rojo" como los ciclistas llamaban a las pastillas de la hormona.

Pero pronto ascendió a la más sofisticada eritropoyetina o EPO, una hormona que estimula la formación de glóbulos rojos, a la cual Hamilton y sus compañeros de equipo llamaban Edgar, en honor a Edgar Allen Poe.

Al estimular la formación de glóbulos rojos, la EPO mejora el rendimiento en casi 5% o, tal como Hamilton lo describe, "la diferencia entre el primer lugar en el Tour de Francia y estar en medio de la cuadrilla".

La EPO puede ser detectada en el organismo por varias horas tras haberla consumido, un periodo que llama el "tiempo de resplandor".

En este período el ciclista necesitaba evitar encontrarse con el encargado de los análisis de dopaje.

Así que en los meses de entrenamiento, dice Hamilton, llevaron a cabo un registro del momento en que habían tomado la droga y se ponían sobre aviso por teléfono en el instante en que aparecía el analista en Girona, en el norte de España, donde los ciclistas entrenaban.

El ciclista describe cómo el equipo llevaba un régimen preciso para evitar encontrarse con el analista cuando estaban en "período de resplandor".
Más que enfrentar una prueba de dopaje, dice, era "una prueba de disciplina y de coeficiente intelectual".

Hamilton relata cómo en una ocasión, cuando alguien tocó a la puerta donde él estaba con "resplandor", simplemente se escondió en la casa guardando absoluto silencio hasta que el analista se cansó de esperar y se marchó.

Como los encargados de las pruebas nunca visitaban en la noche, el mejor momento de dopaje era avanzada la tarde.

Período oscuro

Según el informe de la USADA, "la forma más convencional como los ciclistas de US Postal burlaron las pocas pruebas que había fuera de competencia, fue utilizando su sentido común para evitar a los analistas".

En una entrevista reciente con la BBC, Hamilton dijo que este "fue un período oscuro del ciclismo por el que todos atravesamos". "Cuando llegamos, ese mundo ya existía. Los médicos, los ciclistas, todos lo habían estado haciendo durante años", afirmó.

Como en 1998 se atrapó a los equipos Festina y TVM con grandes cantidades de esteroides, a partir de 1999, cuenta Hamilton, su equipo fue más cuidadoso con la distribución de la droga.

Según describe, Armstrong organizó un plan para que su jardinero siguiera al Tour en motocicleta transportando un termo lleno de viales de EPO. Y al año siguiente, agrega, comenzaron el dopaje sanguíneo: volaban a España para que el médico del equipo les extrajera sangre.
Esta sangre fresca, rica en glóbulos rojos al estar almacenada en frío, era después transferida a los ciclistas exhaustos para incrementar su conteo sanguíneo durante la carrera.

Los ciclistas encontraban en sus habitaciones de hotel bolsas de sangre, todavía frías, adheridas a la pared junto a su cama.

Hamilton habla de la sensación de "carne de gallina" que tenían cuando circulaba la sangre fría por su cuerpo.

Y señala que uno de los médicos de US Postal, Michele Ferrari, encontraba siempre la forma de ayudar a reducir el tiempo de resplandor de EPO usando minúsculas "microdosis" inyectadas directamente en la vena.

En su libro, el excompañero de Armstrong afirma que resultó positivo en varias pruebas pero de alguna forma u otra logró explicar el resultado o callarlo.

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