17 feb 2020 , 10:07

¿Sabes lo que le ocurre a tu cuerpo cuando piensas demasiado?

El analizar demasiado las cosas podría traer consecuencias.

La sobrecarga de información, el exigirse a realizar más de una actividad a la vez y la acumulación de preocupaciones tienen serias consecuencias, tanto en la salud mental como física.

La información excesiva y la toxicidad virtual hacen que la mente se dispare hacia una ventana de pensamientos y recuerdos sin encasillarse en alguno, es ahí cuando el individuo pierde las riendas y la concentración. 

Según un estudio de la universidad de Michigan, el 73% de los adultos entre las edades de 25 y 35 años piensan demasiado. Curiosamente, en dicha investigación se encontró  que muchos pensadores excesivos consideran que se hacen un bien al vagar en sus ideas, pero la realidad es que pensar de manera excesiva es un mal hábito que podría tener muchas consecuencias. 

El investigador y escritor Augusto Cury, en su libro titulado "Ansiedad: como enfrentar el mal del siglo", argumenta que "pensar es bueno; pensar con conciencia crítica es todavía mejor, pero pensar en exceso es una bomba contra la calidad de vida".

Consecuencias.

Parálisis de Análisis 

El pensar demasiado hace que imaginemos diferentes escenarios que nos imposibilita el tomar una decisión. El concepto trata de explicar posibles consecuencias que podrían no suceder,  pero tan solo preocuparnos por los resultados podría congelarnos para que no tomemos medidas. 

parálisis

 

Disminuye la creatividad

Según la psicóloga clínica inglesa Caroline Di Bernali, se descubrió que cuando ciertas partes del cerebro y procesos cognitivos están tranquilos, somos más creativos. Pensar demasiado puede conducir a una “rutina mental”, como señala su estudio. Puede hacer que nos quedemos atascados y sin ideas o nuevas soluciones. Si bien pensar demasiado puede generar ideas nuevas y frescas, también puede ser contraproducente y crear obstáculos mentales que hacen que sea un desafío pensar fuera de la caja.

ansiedad

 

Insomnio

 

Es muy común que un pensador excesivo tenga problemas para conciliar el sueño. En lugar de relajarse y dormir deambula dentro de su propia mente. El cuerpo necesita estar en reposo absoluto para poder dormir: el ritmo cardíaco, la respiración y la presión arterial debe disminuir. 

 

Celular

Falta de energía

 

Pensar consume energía y si lo haces de manera excesiva terminarás agotado. La energía mental sin ningún tipo de escape físico puede resultar en fatiga y agotamiento porque pasamos mucho tiempo dentro de nuestra cabeza.

 

 

insomnio

 

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