01 ene 2019 , 09:05

Cumbre entre Trump y Kim marcó el 2018

Las negociaciones sobre el programa nuclear norcoreano no parecen avanzar.

El 12 de junio, Donald Trump y Kim Jong Un se reunieron en una cumbre en Singapur y firmaron un documento en el que el líder norcoreano se comprometía a una "desnuclearización completa de la península de Corea".

En febrero, las dos Coreas habían abierto la vía a una reanudación de las relaciones diplomáticas, al permitir que una delegación del Norte acudiera a los Juegos Olímpicos de Invierno de Pyeonchang-2018, celebrados en el Sur. Las dos Coreas siguen técnicamente en guerra después de que el conflicto de 1950-53 terminara con un armisticio en lugar de un tratado de paz.

Pero a pesar de sus grandes diferencias, el Sur democrático y el Norte comunista comparten la misma lengua, cultura y tradiciones que datan de hace miles de años, lo que ha dado lugar a una rivalidad por las inscripciones de la UNESCO en los últimos años.

En abril, Pyongyang anunció el fin de los ensayos nucleares y de las pruebas de misiles intercontinentales. Punggye-ri, cerca de la frontera con China, fue el escenario de los seis ensayos nucleares de Corea del Norte, incluido el más reciente y más potente en septiembre del 2017.

 

Pese a los hechos mencionados, las negociaciones sobre el programa nuclear norcoreano no parecen avanzar.

 

En septiembre de este año Corea del Norte dijo que no emprenderá un desarme nuclear mientras no haya confianza mutua con Estados Unidos. Así lo expreso el jefe de la diplomacia norcoreana, Ri Yong Ho, en la Asamblea General de la ONU.

 

"Sin ninguna confianza en Estados Unidos, no habrá confianza en nuestra seguridad nacional y bajo esas circunstancias, no hay manera de que podamos desarmarnos unilateralmente primero", dijo el ministro ante la Asamblea General. 

 

"El estancamiento reciente (en las negociaciones sobre desnuclearización) se debe a que Estados Unidos se basa en medidas coercitivas que son letales para la construcción de la confianza", expresó Ri.

 

Estados Unidos insiste en una política de "desnuclearización primero" que "aumenta el nivel de presión mediante sanciones para lograr su propósito de manera coercitiva", destacó el canciller.

 

Liderado por los Estados Unidos, el Consejo de Seguridad adoptó tres resoluciones de sanciones el año pasado destinadas a privar a Corea del Norte de los ingresos que asegura iban destinados a sus programas de misiles nucleares y balísticos.

Estados Unidos espera que se celebre una segunda cumbre entre Trump y el líder norcoreano a comienzos de 2019, según afirmó el secretario de Estado, Mike Pompeo, el jueves 20 de diciembre.

"Seguimos trabajando para poner en marcha el compromiso del presidente Kim a favor de una desnuclearización", dijo Pompeo en una entrevista con la emisora estadounidense KNSS Radio, en un momento en que las negociaciones sobre este "compromiso", entabladas en la primera cumbre en junio en Singapur, parecen estar en punto muerto.

"Seguiremos sosteniendo reuniones y esperamos que en el nuevo año el presidente Trump y el presidente Kim se encuentren, poco después del Año Nuevo, para hacer más progresos", aseguró.

Pompeo, quien ha viajado cuatro veces este año a Corea del Norte, dijo que la situación ha mejorado "indudablemente" con relación a la tensión que se vivió entre los dos países en 2017, generando incluso temores de guerra.

 

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