18 dic 2015 , 12:19

En qué fijarse al elegir y cómo aplicar protector solar

Prácticos consejos para que podamos disfrutar del sol con seguridad.

Es hora de tomar en serio el tema de proteger la piel contra los rayos UV, porque aunque el sol no debe ser visto como un enemigo, sí se convierte en uno cuando se abusa de él.

 

Cómo elegir un buen fotoprotector

 

El mercado ofrece muchísimas alternativas de protectores solares, por lo que a veces decidirse por uno resulta difícil. Por esta razón, el oncodermatólogo entrega los siguientes tips que pueden ayudarte:

 

- Un fotoprotector debe ser seguro, es decir, no debe producir daños, irritaciones u otras alteraciones en la piel.

 

- Debe proteger de los efectos agudos de las quemaduras solares (piel enrojecida), pero también de las consecuencias a largo plazo, como la fotocarcinogénesis (cáncer de piel) y el fotoenvejecimiento.

 

- No debe interferir negativamente sobre las defensas locales de la piel, la cual tiene sus protectores naturales contra la radiación UV, como lo son los melanocitos o células pigmentarias.

 

- Debe tener la mayor cobertura posible sobre los distintos rangos de radiación UV. Existen los rayos UVA, UVB y UVC. Estos últimos no llegan a la piel, porque son absorbidos en su totalidad por la capa de ozono. Por su parte, los UVA sí llegan, y los UVB traspasan los vidrios y la piel los absorbe mucho más. En conclusión, un buen protector debe proteger contra los rayos UVA y UVB.

 

- Debe ser fotoestable, ya que un fotoprotector que se inactive frente a la radiación solar es de nula utilidad.

 

- Debe tener una buena adherencia a la piel, para que no se salga con el roce, la transpiración, el agua, etc.

 

- Debe tener una textura adecuada y agradable para que quien lo use, continúe haciéndolo en el tiempo. Hoy existen protectores en crema, spray, loción y gel, entre otros, todos los cuales son efectivos, aunque algunos permanecen más o menos tiempo sobre la piel.

 

Cómo aplicarlos correctamente

 

Otro tema que quizás causa confusión entre quienes evalúan adquirir un protector solar es el denominado FPS: Factor de Protección Solar. En este sentido, se trata de un índice que se mide en un laboratorio y que en la práctica indica el tiempo que demora en producirse el enrojecimiento de la piel por eritema.

 

De esta manera, existen los FPS muy bajos, que protegen la piel por menos tiempo, y los 30 o 50+. Estos últimos son los que más protección ofrecen, llegando a un 90 y 94% respectivamente. Porque hay que tener algo claro: ningún fotoprotector bloquea un 100% de los rayos UV. "Lo importante no es tanto el número del factor. Lo importante es la frecuencia con que se coloca el protector", asegura el oncodermatólogo, quien entrega los siguientes consejos:

 

- Aplicar abundantemente entre 15 y 30 minutos antes de la exposición solar, sobre la piel limpia y seca.

 

- Reaplicar cada 15 o 30 minutos durante la exposición solar.

 

- Reaplicar en caso de actividad física intensa.

 

- Seguir un horario de aplicación. Puede ser a las 09:00, 12:00 y 16:00 horas, que coinciden con los peaks de radiación solar.

 

- Antes de aplicar, revisar la fecha de vencimiento del fotoprotector. Si quedó abierto de la temporada pasada, puede servir siempre y cuando no tenga olor ni color extraño, ni tampoco esté grumoso.

 

- Recuerda aplicar en áreas que generalmente se olvidan y que están muy expuestas, como las orejas o el empeine de los pies.

 

 

 

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