28 oct 2015 , 08:24

Cerveza o agua, ¿qué es mejor después del ejercicio?

Estudios señalan que un vaso de cerveza ayuda a una rehidratación rápida y efectiva.

Según un estudio realizado en 2013 por la Universidad de Granada y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ambas de España, el consumo moderado de cerveza puede favorecer una rápida y efectiva rehidratación y evitar dolores musculares tras la práctica deportiva.

 

 

Para afirmar esto, lo expertos se basan en la composición de la cerveza (que contiene agua, cebada y lúpulo), las propiedades antioxidantes de sus ingredientes y su bajo contenido alcohólico (entre 4% y 5%).

 

Además, el estudio concluye que el consumo moderado de cerveza puede contribuir a mantener niveles más altos de glucosa plasmática y atenuar las respuestas hormonales de estrés.

 

 

También revela que, tanto en su variedad tradicional como sin alcohol, tras realizar ejercicio físico en condiciones de elevada temperatura ambiental y abundante transpiración, puede permitir a recuperar las pérdidas hídricas en medidas similares al agua.

 

Pero no todos están de acuerdo.

 

 

El Doctor Pedro Manonelles, de la Federación española de Medicina del Deporte sostiene que la cerveza no es un buen reconstituyente después de los entrenamientos, ya que se trata de una bebida alcohólica que afecta a nuestro organismo e impide que llevemos a cabo un rendimiento óptimo.

 

"No solamente afecta al rendimiento, sino que retrasa la recuperación de los músculos después de entrenar”, sostiene el Doctor Pedro Manonelles, de la Federación española de Medicina del Deporte.

 

 

Si su elección es la cerveza, debe tomar en cuenta que un baso o una botella pequeña 300 cc es suficiente. No una botella grande ni un litro. Como todo en la vida, con moderación.

 

 

 

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