21 sep 2015 , 05:01

Día Mundial del Alzheimer: 10 señales de pérdida de memoria y cómo afrontarla

Este 21 de septiembre se recuerda la enfermedad que padece entre el 60% y 70% en el mundo.

En el mundo, 46,8 millones de personas padecen demencia y entre ellas entre el 60% y el 70% sufre de Alzheimer, enfermedad provocada por demencia. Así lo dice la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su sitio web, por lo que la situación preocupa a varios organismos internacionales. 

 

Se estima que para el 2050 el número ascienda a 131,5 millones a escala mundial, de ellos 29,9 millones serán del continente americano, y que la cantidad de enfermos se duplicará cada 20 años. La misma OMS señala que en las próximas décadas la región que más envejecerá será América del Sur. 

 

Ante esta situación, varios expertos emiten sus recomendaciones que son recordadas este 21 de septiembre, Día Mundial del Alzheimer.

 

Diez señales de alerta sobre la pérdida de la memoria

 

La Asociación para el Alzheimer definió las siguientes señales de alerta para identificar los primeros síntomas de la enfermedad:

 

1. Cambios de memoria que dificultan la vida cotidiana, como olvidar información recién aprendida, o fechas o eventos importantes. Pedir lo mismo repetidamente y depender de sistemas de ayuda para la memoria como notitas o dispositivos electrónicos, o en la ayuda de familiares para hacer cosas que antes hacía por sí mismo.

 

2. Dificultad para planificar o resolver problemas: algunas personas experimentan cambios en su habilidad para desarrollar y seguir un plan o trabajar con números.

 

3. Dificultad para desempeñar tareas habituales en la casa, en el trabajo o en su tiempo libre. A veces, pueden tener dificultad para llegar a un lugar conocido, administrar un presupuesto en el trabajo o recordar las reglas de un juego muy conocido.

 

4. Desorientación en tiempo o lugar: olvidar fechas, estaciones y el paso del tiempo. Pueden tener dificultad en comprender algo si no está en proceso en ese instante. Es posible que hasta se les olvide dónde están y cómo llegaron allí.

 

 

5. Tener dificultad para leer, juzgar distancias y determinar color o contraste, lo cual puede causar problemas para conducir un vehículo.

 

6. Tener problemas para seguir o participar de una conversación. Pueden interrumpir una conversación sin idea de cómo seguir o que repitan mucho lo que dicen. Suelen luchar por encontrar las palabras correctas o que llamen a las cosas por un nombre incorrecto (como llamar a un 'lápiz' un 'palito para escribir').

 

7. Frecuentemente coloca cosas fuera de lugar. Se les pueden perder cosas sin poder volver sobre sus pasos para encontrarlas. A veces suelen acusar a los demás de robarles, acusaciones que se van acentuando con el tiempo.

 

8. Disminución o falta del buen juicio: experimentar cambios en el juicio o en la toma de decisiones. Por ejemplo, es posible que regalen grandes cantidades de dinero a las personas que venden productos y servicios por teléfono. Puede ser también que presten menos atención al aseo personal.

 

9. Empezar a perder la iniciativa para ejercer pasatiempos, actividades sociales, proyectos en el trabajo o deportes. También pueden evitar formar parte en actividades sociales a causa de los cambios que han experimentado.

 

10. El humor y la personalidad suelen cambiar. Pueden llegar a estar confundidas, sospechosas, deprimidas, temerosas o ansiosas. Se pueden enojar fácilmente en casa, en el trabajo, con amigos o en lugares donde están fuera de su ambiente.

 

 

 

 

Consejos para afrontar el olvido

 

1. Todavía no se conocen las causas que provocan el Alzheimer, pero hay factores como la hipertensión, la diabetes, el colesterol o la obesidad que provocan que el cerebro esté más dañado y aumenten las posibilidades de sufrir esta patología. Sin embargo, practicar ejercicio físico, una alimentación basada en la dieta mediterránea y la formación constante aumentan las reservas neuronales, fortaleciendo el cerebro y haciéndolo más resistente al envejecimiento.

 

2. El cerebro necesita ejercitarse para no atrofiarse; leer diariamente, hacer sudokus, crucigramas, sopas de letras, juegos de mesa, mantenerse socialmente activo, pintar o aprender idiomas ayuda a estimular nuestra mente.

 

3. La comunicación no verbal juega un papel fundamental. Es importante que el enfermo se sienta querido y esté tranquilo, porque cuando los familiares sufren estrés, los pacientes pueden padecer trastornos de conducta y volverse más agresivos. Los cuidadores deben conocer cómo avanza la enfermedad para estar preparados y cuidar mejor al enfermo.

 

4. El Alzheimer es un trastorno crónico, progresivo e incurable, por lo que es muy positivo crear rutinas para que el enfermo se sienta más seguro, es decir, levantarse todos los días a la misma hora, hacer una actividad enriquecedora (ir a un taller, conferencia, a un centro de día…), comer, descansar, retomar alguna actividad por la tarde y practicar ejercicio físico.

 

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