13 may 2015 , 07:31

Una forma de vitamina B3 reduce el riesgo de cáncer de piel

Tomar cotidianamente una forma de vitamina B3 redujo un 23% la incidencia de los cánceres

Tomar cotidianamente una forma de vitamina B3, la nicotinamida, redujo un 23% la incidencia de los cánceres de piel que no son melanomas en personas de alto riesgo, según un ensayo clínico develado el miércoles. 

 

Los resultados de este estudio realizado en Australia, que serán presentados a fin de mayo en la conferencia anual de la Sociedad Americana de Oncología Clínica en Chicago, tienen el potencial de disminuir la frecuencia y los costos de esta forma de cáncer más común en las personas de piel clara, consideraron los investigadores. 

 

Menos frecuentes, los melanomas son una forma más grave de cáncer de piel, que no fueron objeto de esta investigación.

 

 

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La nicotinamida no presenta riesgos, es de bajo costo y puede comprarse sin receta médica.

 

"Es la primera evidencia sólida de que es posible reducir los cánceres de la piel con una simple vitamina junto con una buena protección solar", indicó durante una conferencia de prensa telefónica Diona Damian, profesora de dermatología en Sydney, Australia, que realizó este ensayo clínico. 

 

"Esperamos que estos resultados tengan una aplicación clínica inmediata", afirmó, subrayando "que las personas con alto riesgo de desarrollar un cáncer de piel deberán continuar con un seguimiento de su dermatólogo".

 

El estudio involucró a 386 pacientes que habían sido diagnosticadas con al menos dos cánceres de piel, en el curso de los cinco años anteriores, considerados de alto riesgo.

 

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La mitad tomó 500 miligramos por día de nicotinamida durante un año y la otra mitad un placebo. 

 

Al final del ese período, el grupo tratado con nicotinamida mostró un 23% menos de cáncer de piel. Seis meses después de haber suspendido la toma de esta vitamina, el riesgo era el mismo en los dos grupos, precisó Damian.

 

Los rayos ultravioletas del sol dañan el ADN y suprimen el sistema inmunitario de la piel que ayuda a eliminar las células afectadas antes que se conviertan en cancerígenas, explican los investigadores. 

 

En Estados Unidos, alrededor de cinco millones de personas son tratadas anualmente por un cáncer de piel que no es un melanoma.

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