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Internacionalistas consideran que Ecuador apunta a retomar un camino de dignidad en el manejo de su política exterior al marcar distancias con regímenes que violan los derechos humanos. Sin embargo, creen que el discurso debe ir acompañado de hechos en un corto plazo. Según el analista Joaquín Hernández, las críticas del gobierno al Alba y a Unasur son un síntoma de que se están recuperando algunos principios.
Internacionalistas consideran que Ecuador apunta a retomar un camino de dignidad en el manejo de su política exterior al marcar distancias con regímenes que violan los derechos humanos. Sin embargo, creen que el discurso debe ir acompañado de hechos en un corto plazo.
Según el analista Joaquín Hernández, las críticas del gobierno al Alba y a Unasur son un síntoma de que se están recuperando algunos principios.
En un principio, estos organismos venían acompañados de discursos integracionistas. Sin embargo, en la práctica nada de ello ocurrió. El alba se formó en el 2004 y Unasur cobró vida en el 2011, pero no registran logros en concreto.
El doctor Carlos Estarellas considera que se debe pasar del discurso a los hechos, lo que implica la salida de Ecuador de esos grupos y fortalecer aquellas otras instancias de las que Ecuador es parte.
Sin embargo, en el gobierno no hay pronunciamientos claros alrededor de estos temas. Solo las críticas a los organismos y el anuncio de que se pedirá la devolución del edificio sede del más ambicioso y fallido proceso de integración regional de los últimos tiempos.
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