16 nov 2019 , 03:25

Muere hombre que participaba en romería de El Quinche

El pueblo de El Quinche está situado unos 40 kilómetros al noreste de Quito.

Un hombre de aproximadamente setenta años falleció este sábado mientras participaba en la tradicional romería a la localidad ecuatoriana de El Quinche, zona andina que cada año concentra a miles de personas.

 

Una fuente del Cuerpo de Bomberos de Quito confirmó a Efe que el ciudadano "recibió atención inmediata" por parte de paramédicos presentes en el campo Mariano del Santuario del Quinche, pero falleció de un paro cardiorespiratorio.

 

El Municipio de Quito y autoridades de control han desplegado operativos para garantizar la seguridad de los feligreses, muchos de los cuales iniciaron su caminata la tarde del viernes, mientras otros se sumaron esta madrugada.

 

Unos más emprenderán esta noche la caminata para reunirse todos mañana en una misa campal en la iglesia central, ubicada en el pueblo del Quinche, situado unos 40 kilómetros al noreste de Quito.

 

El santuario y la iglesia de esa parroquia rural recibieron en 2015 al papa Francisco en una de sus paradas en Ecuador, que también incluyeron las grandes urbes de Quito y Guayaquil.

 

Con motivo de la romería, el acceso al Quinche estará restringido para vehículos en horarios determinados a fin de velar por la seguridad, orden y salud de los caminantes.

 

El Ayuntamiento ha recomendado a la población acudir con ropa abrigada a la caminata, así como avanzar en grupo, llevar bebidas hidratantes y no consumir alcohol.

 

En los 418 años de fiestas que se realizará en honor a la Virgen del Quinche, la Policía calcula que participarán en la romería alrededor de un millón de personas.

 

La Virgen del Quinche es una de las imágenes marianas más veneradas del país andino, foco de peregrinación y una devoción que la han hecho valedora, en mayo pasado, de una réplica en forma de mosaico en el Vaticano.

 

Está entronizada en un imponente santuario de estilo neorománico que terminó de erigirse a principios del siglo pasado en la pequeña población andina próxima a Quito.

 

En 1945 fue coronada como "Reina de Ecuador" y es una reconocida reliquia patrimonial del país.

 

Se trata de una escultura de madera tallada en el siglo XVI por el artista de la escuela quiteña Diego de Robles, que solo sale de su vitrina dos veces al año.

 

De apenas 66 centímetros, la talla de rostro moreno está revestida por un amplio y lujoso ropaje de brocado cubierto en gemas, bordado con hilos de oro y plata, y reposa sobre una gran media luna apocalíptica, que realza su diminuta figura.

 

En su mano derecha sostiene un cetro y en la izquierda al niño con el mundo en actitud de bendecir, una figura que cuenta con réplicas en diferentes partes del mundo como España y Estados Unidos, de numerosa comunidad ecuatoriana y donde también propicia peregrinaciones. EFE

 

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