19 jul 2019 , 02:03

7 comunidades de Molleturo denuncian estar parcialmente aislados

La minera Ecuagoldmining espera que Gobierno permita reanudar actividad.

Habitantes de siete comunidades de la parroquia Molleturo, en Cuenca, ubicada en la provincia del Azuay, donde se levantaba el proyecto minero Río Blanco, permanecen desde hace más de un año aislados parcialmente. 

 

Se trata de las zonas donde el proyecto fue suspendido tras una sentencia y la toma violenta de las instalaciones por activistas que se oponen a la explotacion minera.

 

 

 

 

 

El 18 de mayo del 2018, un grupo de activistas ingresó violentamente al campamento del proyecto minero Río Blanco, a cargo de la empresa Ecuagoldmining. Con ayuda de la policía y militares, fueron desalojados y desde entonces, la explotación  minera quedó suspendida a la espera de una consulta popular, como lo dispuso la Corte Constitucional.  

 

Un año y dos meses después, las cámaras de Ecuavisa ingresaron a la zona en donde un tubo rojo es la garita de control de los activistas, quienes solo permiten la entrada a los habitantes de por lo menos siete comunidades, que por tal motivo han quedado parcialmente aisladas. 

 

Manuel Muevecela relata los problemas que tienen al no existir un acceso libre. "Se han vulnerado todos los derechos. No se ha podido sacar ni ingresar lo víveres".

 

Kilómetros más adelante del control improvisado, se encontró el campamento que fue atacado. Permanece en escombros, incluso la entrada a la mina Río Blanco está cerrada, pero las cámaras pudieron acceder junto a los representantes de la empresa minera. "Lo que hacemos es perforar, escabar, sacar el mineral y transportarlo. No hay ninguna posibilidad de contaminación de aguas", dijo Xavier Sánchez, subgerente de proyecto minero Río Blanco. 

 

Sánchez espera que pronto el Gobierno autorice reanudar los trabajos, pues advierte que la zona de Río Blanco puede ser ocupada por la mineria ilegal. "La facilidad que tiene Río Blanco para que ingresen mineros ilegales es increíble. Si ha Buenos Aires llegaron 10 mil a Río Blanco llegarán 20 mil".

 

Por otro lado, el prefecto del Azuay, Yaku Pérez, mantiene la postura de no permitir la minería en la provincia, más aun si esta en zonas protegidas. "La minería siempre deja pasivos ambientales que son incontrolados". 

 

Mientras tanto, policías y militares recorren la zona del paralizado proyecto minero, para evitar  que grupos operen en la zona, esto en medio del pedido de los moradores, para que se permita la libre circulación.

 

 

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