25 jun 2019 , 03:11

Redes de extorsión en tres cárceles de Ecuador

Víctimas de extorsión son amenazados con agredir a los reos si no depositan dinero.

Familiares de reos denuncian que son víctimas de extorsión por parte de otros presos que les exigen grandes cantidades de dinero a cambio de 'protección para no ser agredidos'.

 

 

 

 

Estos casos se cometen con mayor frecuencia desde tres centros penitenciarios del país en donde los presos utilizan celulares para hacer sus amenazas.

 

Para ciertos reos, permanecer encerrados no les impide seguir cometiendo actos ilícitos, en busca de dinero fácil. Pertenecen a bandas que se dedican a extorsionar desde la cárceles y sus principales víctimas son familiares de los privados de libertad.

 

Uno de estos casos es el de María, ella a sido amenazada por varios presos, quienes le exigían dinero a cambio de proteger a su esposo que hace un año ingresó a la Penitenciaría del Litoral por microtráfico de drogas. “A nosotros nos hacían video llamada desde la cárcel, diciendo que les depositemos 200 dólares para no hacerles daño a nuestros familiares. Recibíamos amenazas que si no les depositábamos plata ellos los iban a maltratar allá”.

 

El fiscal Walter Suárez investiga estos casos y busca determinar si hay complicidad de agentes penitenciarios u otras autoridades, “En los próximos días voy a llamar a rendir versión a las autoridades de los centros penitenciarios para que expliquen cómo se permiten estos delitos y determinar responsabilidades”.

 

Los centros penitenciarios donde más se registran extorsión carcelaria son: la Penitenciaría del Litoral, en la cárcel regional de Guayaquil y desde el centro de rehabilitación de Turi en Cuenca. Desde ahí los reos se contactan con los familiares de otros privados de libertad, para amenazarlos y exigirles grandes cantidades de dinero con la finalidad de ofrecerles protección, comodidades incluso evitar ser agredidos.

 

Tras las denuncias de extorsión algunos de los reos que han sido víctimas han tenido que ser removidos de sus pabellones para evitar que sean agredidos porque sus familiares no tienen el dinero que les exigen. 

 

 

 

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