17 ene 2019 , 10:17

Iniciarán sumarios administrativos por incendio en clínica clandestina

Por falta de personal y medios de transporte no se habrían hecho los controles.

Las autoridades iniciarán acciones para determinar responsabilidades en empleados públicos que no identificaron y clausuraron la clínica clandestina que se incendió el viernes 11 de enero, provocando la muerte de 18 personas.

 

El gobernador de Guayas, Raúl Ledesma,  asegura que por falta de personal y medios de transporte, no se habrían hecho con normalidad los controles, pero que eso no justifica lo que pasó.

 

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Tras el incendio, 17 pacientes murieron en un estrecho cuarto conocido como 'la lagartera' en donde el humo y el calor de las llamas provocaron quemaduras en sus vías respiratorias.

  

Un décimo octavo interno falleció en un hospital de Guayaquil, así lo reconocieron las autoridades luego de admitir que hubo una confusión con la cifra oficial de víctimas.

 

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El gobernador del Guayas se reunió con el ministerio del Salud y con la Agencia de Aseguramiento de la Calidad de los Servicios de Salud y Medicina Prepagada (Acess). "Todos tenemos limitaciones. Es verdad la falta de vehículos, personal, instrumentos, pero nada de esto justifica lo ocurrido y la falta de inspección", 

 

Ldesma también dijo que se iniciarán sumarios administrativos en contra de los empleados públicos para determinar qué tipo de responsabilidades tienen por no haber identificado y clausurado este centro que funcionaba de forma ilegal.

 

Mientras tanto, el perito del Consejo de la Judicatura asegura que el informe que reposa en la Fiscalía menciona que el fuego se propagó tan rápido que no hubo posibilidad de que los 17 pacientes que estaban en el cuarto se salven.

 

Por este caso dos personas están detenidas y son investigadas por homicidio. Las autoridades recalcan que la próxima semana se reunirán con los dueños de los centros de rehabilitación para otorgar un plazo en el que puedan legalizar su situación.

 

Pues a muchos de estos establecimientos llegan pacientes, en su mayoría entre 10 y 19 años, que buscan salir de su mortal adicción a las drogas. 

 

 

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