03 sep 2013 , 07:53

Desechos de miles de familias contaminan las aguas del estero Salado

El Gobierno anuncia que hasta el 2015 espera reubicar a ocho mil familias.

No sólo hay industrias que afectan a los ramales del salado, una de las reservas naturales del Golfo de Guayaquil.

 

En grandes tramos del estero Salado en Guayaquil, la avalancha de basura gana terreno. Los rellenos en las riberas vuelven angosto el cauce y la basura y el sol hacen lo suyo.

 

Las personas que ahí viven son conscientes de la realidad.

 

En estos sectores por falta de alcantarillado, las aguas servidas y desperdicios domiciliarios van directamente al salado por medio de conexiones improvisadas y clandestinas.

 

En total y según el Gobierno hay un poco menos de 80 mil familias que aun continúan contaminando el estero Salado. Además de 200 empresas, algunas de ellas fueron sancionadas.

 

El Gobierno hasta el 2015 reubicará a ocho mil familias, pese a la inconformidad de algunos que rechazan la medida.

 

El Municipio de Guayaquil por medio de la empresa Visolit recoge un promedio de 400 toneladas de basura al mes.

 

Mientras el Ministerio de Ambiente por medio de seis bombas trabaja en la oxigenación del estero.

 

Pero hasta que la contaminación continúe, nada es suficiente para contrarrestar la concentración de mercurio y plomo en los sedimentos del Salado.

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