20 ago 2013 , 02:50

Los primeros catadores de agua de Ecuador se forman en Quito

15 personas se preparan exclusivamente para degustar el agua de Quito.

Seguramente usted está familiarizado con el catador de vino, de café o chocolate, pero el oficio de catador de agua no es muy conocido.

 

En Quito, la Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento ha implementado un proyecto para asegurar no solo la calidad, sino el sabor del agua.

 

En la planta de Bellavista, en el norte de Quito, se encuentra el laboratorio central de control de calidad de agua, que monitorea el líquido que llega a las 25 plantas de tratamiento que tiene el distrito metropolitano. Las muestras se toman en un trayecto que va desde las fuentes hasta los domicilios, y se  hacen análisis de los compuestos orgánicos, metálicos y microbiológicos, con el fin de que aseguren el cumplimiento de la norma  del Instituto Ecuatoriano de Normalización (INEN) 1108.

 

Pero no quieren quedarse solo en las mediciones instrumentales, la Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento (Epmaps), busca ir más allá a través del uso de nuestros sentidos.

 

Dentro de los parámetros que exige la norma INEN 1108, está detectar también el sabor y el olor del agua. Eso no es tan fácil, requiere disciplina. Puede ser que para  la mayoría, el agua sea inolora e insabora,  pero para Ximena Morales y Vinicio Cadena, no.

 

¿En el momento que decidiste convertirte en catador de agua cambió tu estilo de vida? 

"Sí, noo tomo licor, no fumo, no como comidas muy condimentadas", contestó Ximena Morales, catadora de agua.

 

¿A qué sabe el agua de Quito? 

"Es dulce", comentó Vinicio Cadena, también catador de agua.

 

Ellos son parte de las 15 personas que desde hace dos años se preparan para distinguir los diferentes sabores y olores del agua potable de Quito.

 

Los jueces del agua aún están en evaluación. Todos son empleados de la misma empresa y estudiaron en el Instituto de Análisis Sensorial de la universidad de San Francisco.

 

Cada 15 días se reúnen por un período de 2 horas para afinar sus sentidos. Se espera que el próximo año concluya el proceso de preparación, nos cuenta la coordinadora del proyecto, Leila Palacios.

 

Palacios, también explica que nuestro cuerpo tiene memoria. Vemos cual es la capacidad de nuestros jueces y si ya detectan pequeños sabores, vamos a siguientes pruebas. 

 

 

Ellos serán los encargados de calificar el agua de Quito. La norma INEN, pide que los parámetros sean no objetables, es decir, que el agua no pueda ser rechazada por tener un sabor o un olor desagradable.

 

El objetivo final es que los habitantes de Quito, tomemos buena agua, por su calidad y sabor, afirmó Carlos Espinosa, jefe de producción de la Epmaps.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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