17 dic 2014 , 12:20

El bullying y su impacto

Los chicos que han sido acosados sufren diferentes consecuencias emocionales.

Una de las problemáticas que alerta a muchos padres por el impacto que ha causado en nuestra sociedad es la de acoso escolar o bullying. El desconocimiento de este problema puede llevar a padres a mal interpretar lo que es un conflicto entre pares, con lo que es realmente bullying, y es que es fácil caer presos del temor, tan solo pensar que a uno le pudiera pasar. Estar conscientes que el acoso escolar es una realidad es favorable, sin embargo hay una gran diferencia entre la consciencia con y sin conocimiento del tema. 

 

 

 

¿Qué es el acoso escolar o bullying?

 

Hay criterios que se deben identificar para definir si hay una situación de acoso escolar o no. En primer lugar, el acoso escolar puede llevarse a cabo por un niño o por un grupo de niños. Para determinar  si hay acoso escolar se debe identificar si el niño agredido está expuesto a situaciones de intimidación de manera repetitiva y constante, así como si hay un desbalance de poder entre el agredido y quien lo agrede. Cuando hablamos de poder, se hace referencia no solo a una ventaja física, sino de temperamento o estatus.

 

Además, quien agrede debe tener la intención real de lastimar a la otra persona. Finalmente, es importante aclarar que un chico puede actuar agresivamente o incluso ser insensible frente a los sentimientos de otro, pero si las conductas no se dan de manera continua y con la real intención de lastimar no se consideraría acoso escolar. 

 

 

 

 

Las expresiones negativas del bullying, pueden ser de diferentes tipos. En el caso de los niños, el abuso físico y verbal directo son los más comunes. Mientras que en el caso de las niñas, el acoso se da de maneras más sofisticadas, por ejemplo al esparcir rumores, excluir o hablar mal de otros. Estos comportamientos negativos se manifiestan generalmente en situaciones en donde no hay supervisión por parte de adultos, por lo que  pueden pasar desapercibidas por mucho tiempo. 

Impacto del acoso escolar

 

Los chicos que han sido acosados sufren diferentes consecuencias emocionales. La depresión es una de las más comunes, llevando a muchos jóvenes al suicidio o a lastimarse a sí mismos. Otras emociones comunes a experimentar por un chico que está siendo víctima de acosos, son la ansiedad y el estrés. 

 

 

 

 

Se ha comprobado que el bullying compromete la salud mental no solo de quienes son agredidos, sino de quienes han agredido también, al grado que sus manifestaciones de ansiedad y/o depresión  duren hasta su vida adulta.  

 

Como padres deben estar muy atentos a los cambios emocionales y conductuales que su hijo puede presentar. Los cambios en el estado de ánimo de un chico que está siendo agredido continuamente, pueden fluctuar entre irritabilidad y tristeza profunda, mientras que los cambios conductuales más evidentes son el bajo rendimiento académico y el aislamiento. 

 

 

 

Otro cambio emocional importante a considerar es la presencia de ansiedad, la cual suele manifestarse con anticipación, ya sea la noche anterior de ir a clases, o en la misma mañana. No se sorprenda si su hijo se queja de dolores para faltar al colegio, los cuales pueden ser consecuencia del estado de estrés o angustia elevados en el que se encuentre. Otra posibilidad es que su hijo este creando excusas para evitar las situaciones a las que teme, sin duda para su hijo es más seguro quedarse en casa que enfrentar una vez más los acosos. 

 

La mayoría de jóvenes que han sufrido de acosos no reportan lo que experimentan.  Algunos callan por temor a sufrir más agresiones, mientras que otros descartan esa opción porque se sienten desesperanzados y  creen que no hay nada más que se pueda hacer para resolver el problema.

 

 

 

 

Si usted sospecha que su hijo está siendo víctima de acoso escolar el primer paso es  dar a conocer a la institución educativa sobre sus sospechas. Toda institución educativa debe tener un protocolo a seguir para intervenir en situaciones de acoso escolar. Por otro lado, acuda a un profesional de salud mental para evaluar el estado emocional de su hijo. 

 

Ser conscientes de las problemáticas que sus hijos pueden experimentar es importante, de esa manera se podrá intervenir tempranamente para que los daños de los acosos no sean perdurables, sin embargo recuerden que a su vez se debe adquirir conocimientos sobre el problema. Si no es así se cae en el error de utilizar el término bullying para definir cualquier conflicto que se dé entre niños, lo que puede agravar la situación de conflicto que sus hijos estén atravesando.  

 

Por: Karina Bustamante de Huerta

Psicóloga Clínica

Psicoterapeuta TREC y TCC

Entrenadora Certificada de Disciplina Positiva para Padres y Educadores

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