21 ago 2014 , 10:35

¿Qué tan fácilmente se propagan los gérmenes en los aviones?

El brote del ébola en África Occidental ha puesto en alerta a las autoridades aeronáuticas

David Robson

BBC

El brote del ébola en África Occidental es el más mortífero que ha existido hasta hoy. Cerca de 1.300 personas han muerto mientras que los funcionarios de salud en Guinea, Liberia y Sierra Leona luchan por controlar el virus.

 

Y a medida que aumentan los casos, autoridades de todo el mundo comienzan a preocuparse por la posibilidad de una epidemia global de ébola y de que el virus se propague mediante los viajes en aviones.

 

¿Acaso las cabinas de los aviones son focos de la enfermedad? A menudo, los viajeros están alerta a los estornudos y la tos de otros pasajeros, debido al temor de contraer alguna enfermedad.

 

La preocupación en Occidente aumentó tras conocerse que el ciudadano estadounidense Patrick Sawyer, quien falleció de la enfermedad en Lagos, Nigeria, había volado a este país procedente de Liberia.

 

¿Cuáles son las probabilidades de contraer una enfermedad mortal en pleno vuelo y cómo se puede frenar su propagación entre los países?

 

Para tener una idea de los riesgos que implica, BBC Future habló con investigadores de enfermedades infecciosas para averiguar qué sabemos acerca de la transmisión por esta vía y qué posibilidades hay de que el ébola se propague por el mundo.

 

Problemas de transmisión

 

Los riesgos de contraer una infección por un pasajero enfermo no son tan altos como se podría pensar, dice Christine Pearson, portavoz del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) en Atlanta, Georgia.

 

"La cabina de un avión no es más peligrosa que cualquier otro lugar donde se está en contacto con mucha gente, como por ejemplo, el área de alimentos de un centro comercial".

 

John Oxford, virólogo de la Universidad Queen Mary de Londres, está de acuerdo y resalta que la ventilación de los aviones permite filtrar el aire constantemente para contrarrestar bacterias y virus.

 

Mediante simulacros para analizar la posible propagación de gérmenes, se ha encontrado que por lo general los virus y las bacterias se dispersan, como máximo, a un par de filas a ambos lados del portador.

 

Aún así, las posibilidades parecen ser limitadas, según un estudio publicado en la revista British Medical Journal. El estudio realizó una investigación en un vuelo en el que se encontraban nueve niños en edad escolar que eran portadores del virus de la gripe porcina.

 

Solo dos pasajeros, de entre más de los 100 interrogados, desarrollaron la enfermedad y ambos se sentaban a dos filas de distancia de los niños enfermos.

 

Los investigadores llegaron a la conclusión de que el riesgo de contraer la enfermedad es de apenas un 3,5% para quienes están sentados en esos asientos.

 

Otros estudios que han investigado la propagación del sarampión y la tuberculosis sugieren que las tasas de transmisión durante un vuelo son bajas.

 

A partir de estudios como estos, John Oxford dice que "el mayor riesgo no está en el avión, sino en el taxi de camino al aeropuerto".

 

La evidencia no es firme

 

Sin embargo, John Edmunds, experto en enfermedades infecciosas de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, señala que es difícil obtener conclusiones firmes, incluso en el caso de enfermedades más comunes.

 

No se han realizado muchas investigaciones al respecto, dice, lo que significa que no es posible encontrar cifras absolutas del riesgo y compararlo con las posibilidades de infección en una escuela, por ejemplo.

 

Por eso, es aún más difícil evaluar el riesgo de que se propaguen por este medio enfermedades raras y no estudiadas como el ébola.

 

La forma de propagación es claramente un factor importante. Se han documentado unos pocos casos de norovirus, un virus responsable de una buena parte de los brotes de gastroenteritis por intoxicación alimentaria, que se propagó entre pasajeros, probablemente debido a que las personas compartían el mismo baño.

 

Pero sabemos que contraer el ébola es relativamente difícil, ya que a diferencia de las enfermedades respiratorias como los resfriados y la gripe, sólo puede transmitirse a través del contacto con fluidos corporales como la saliva, vómito, o la sangre.

 

Siempre existe la posibilidad de que un pasajero embarque en un vuelo antes de haber desarrollado todos los síntomas. Pero, hasta ahora, la evidencia sugiere que es poco probable que uno se contagie de alguien que se encuentra en las primeras etapas de la enfermedad, es decir antes de que comiencen los vómitos y las hemorragias.

 

"Como pasajero, no me gustaría sentarme junto a alguien con ébola", admite Edmunds. "Pero no creo que la situación sea de alto riesgo si hay alguien con fiebre".

 

Riesgo menor

 

Pero el virus también puede propagarse mediante personas aparentemente sanas pero portadora del virus que se mueven de un país a otro.

Trabajador de la salud con máscara

Muchos trabajadores de la salud han muerto a causa del ébola.

 

 

 

 

Tal vez ahí está el mayor riesgo de que se produzca una epidemia global: la propagación de la gripe porcina y el SARS alrededor del mundo se debió en gran parte a los portadores que no fueron detectados.

 

Dado que el ébola tiene un período de incubación de hasta 21 días, los portadores podrían llegar a un país semanas antes de desarrollar los síntomas.

 

"Es un problema", admite Oxford, pero aún así piensa que la infección puede ser contenida.

 

Según Oxford, si se toman las medidas adecuadas, una persona que tenga los síntomas puede ser diagnosticada rápidamente y ser puesta en cuarentena.

 

Asimismo, las autoridades sanitarias pueden revisar todos aquellos que hayan estado en contacto con esta persona, como los tripulantes aéreos, los funcionarios de inmigración y sus familiares. "Todo eso puede detener la propagación", dice Oxford.

 

El portavoz de la Organización Mundial de la Salud, Gregory Hartl, señala que hay un "pequeño riesgo" de epidemia mundial, y que se está trabajando con la Asociación Internacional de Transporte Aéreo para revisar las recomendaciones.

 

Por el momento, nadie puede predecir si otros viajeros aéreos han contraído la enfermedad, pero hay esperanzas de que una intensa vigilancia ayude a minimizar cualquier riesgo potencial.

 

Sin embargo, aunque se logre contener el brote y se extinga paulatinamente, el ébola demuestra, una vez más, que en un mundo moderno y altamente conectado como el nuestro, no estamos exentos de padecer catástrofes o epidemias.

 

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