16 jul 2014 , 04:43

Madre migrante en EE.UU. :'No podía llevar a mis hijos al parque por temor'

Siga esta segunda entrega sobre "La ruta del dolor de un migrante en EE.UU.".

Durante una época, madres latinas tenían miedo de llevar a sus hijos al parque por temor a la patrulla fronteriza que vigila el lago Erie en el oeste de Ohio, fronterizo con Canadá.

 

“Pero en sí la frontera es Ohaio, porque no me he dado cuenta de que detengan a canadienses o gente blanca, siempre la gente que están deteniendo es gente migrante”, comenta una de ellas.

 

En la ciudad de Lorain, Claudia confieza que ver agentes de la patrulla en un parque generó pánico en sus hijos. “Yo les decía 'no tengan miedo, no nos va a hacer nada', (y ellos respondían) 'mami pero si a mi papá también lo agarraron'”.

 

Celestino Rivera es el jefe de la Policía de Lorain, dice que la patrulla fronteriza le pidió colaborar con ellos, pero él se negó: “No quiero hacer parte de romper una familia”. 

 

Sin embargo, el 'no' del jefe Rivera no impidió que los agentes contactaran directamente a los policías de este pueblo,quienes luego comenzaron a pedir documentos.

 

Rivera se enteró de lo que estaba ocurriendo cuando fue invitado a una reunión en la iglesia del Sagrado Corazón. Horas después de esa reunión, puso por escrito la política de su departamento: “El trabajo mío es proteger y servir a mi gente de aquí”.

 

Marie Wilson ha vivido en Lorain toda su vida y comenta: “No me gusta la gente que viene y utiliza los servicios que pagan los contribuyentes”, pero añadió “si ya están aquí y son productivos, para qué perseguirlos”.

 

Aunque la policía de Lorain ya no colabora con las agencias de inmigración, lo mismo no ocurre en los pueblos aledaños.

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