14 jul 2014 , 12:06

Gaza: ¿por qué es tan difícil lograr un cese del fuego?

Los factores que influyen en un cese al fuego incluyen la cantidad de sangre.

Jeremy Bowen

BBC, Editor para Medio Oriente, Gaza

Las guerras entre Hamas e Israel suelen terminar con algún tipo de cese del fuego.

Los factores que influyen en el logro de un acuerdo incluyen la cantidad de sangre que se ha derramado, y el nivel de presión internacional sobre las dos partes.

Al parecer ahora ninguno de los dos puntos se ha alcanzado. Los ceses del fuego implican cierta humillación, ya que los líderes deben alejarse de la retórica que a menudo malgastan cuando se comienzan a disparar las armas.

Ninguno de los bandos está listo para eso. Este conflicto quizás debe empeorar todavía más antes de que la presión para un cese del fuego se vuelva incontestable.

Ruido de guerra

Se dice que Israel está listo para una incursión terrestre.

 

 

 

Mientras escribo esto puedo escuchar la actividad aérea israelí sobre Gaza, no sólo el zumbido de los drones siempre presentes sino también el rugido de los motores de los aviones de combate israelíes.

Sobre Gaza se escuchan ruidosas explosiones de los ataques aéreos o de la artillería terrestre, y también se oye el redoble de los disparos desde barcos israelíes a unos kilómetros de la costa.

Mi habitación tiene vista al mar y el sonido me ensordece.

Hamas ha hecho más amenazas. Dice que incrementará sus ataques contra Israel y utilizará misiles nuevos y más poderesos.

Ambos bandos reclaman el derecho a defenderse. Como siempre, sin embargo, Israel está causando muchas más muertes que Hamas.

Esto no se debe a una falta de resolución por parte de Hamas y de otros grupos militantes en Gaza. Se debe a que el Estado de Israel es muchísimo más poderoso y gasta millones en defensa civil.

Desde hace muchos años cada casa que se construye en Israel tiene un cuarto a prueba de explosiones. En Sderot, la golpeada ciudad israelí más cercana a Gaza, incluso los paraderos de autobús parecen casas con bloques de concreto.

Israel también cuenta con el sofisticado sistema antimisiles Domo de Hierro, financiado principalmente por Estados Unidos.

Falta de mediadores

Una complicación adicional es que los ceses del fuego necesitan mediadores, y ahora no hay un candidato obvio para ese trabajo. Los estadounidenses se han ofrecido pero necesitan que una tercera parte se involucre o que retiren su prohibición de establecer contacto directo con Hamas.

La última ronda de combates entre Hamas e Israel en 2012 terminó con un cese del fuego mediado por el presidente de Egipto, Mohamed Morsi.

La entonces secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, le agradeció calurosamente por sus esfuerzos. Pero ella ya no está en el cargo y está centrando su atención en postularse para la Casa Blanca.

Y Morsi fue destituido de su cargo en un golpe militar hace un año y está en la cárcel.

Israel insiste en que seguirá atacando para proteger a su gente y que forzará a Hamas y otros grupos militantes a dejar de disparar misiles en su contra.

Hamas estableció sus condiciones para un cese del fuego, incluido un fin inmediato a los ataques de Israel y la liberación de los prisioneros palestinos que fueron nuevamente arrestados después de haber sido puestos en libertad a cambio de la liberación del rehén israelí, Gilad Shalit.

Si todo esto suena conocido, es porque lo es. Hasta ahora la crisis ha sido muy similar a la ocurrida en 2012, cuando Hamas e Israel lucharon por última vez en y alrededor de Gaza.

"Guerra de desgaste"

A menudo estallan combates menores entre los dos bandos. Esta última guerra se ha estado destilando durante meses, mucho antes del secuestro y asesinato de tres jóvenes israelíes y el asesinato, como represalia, de un joven palestino.

La razón es que las diferencias políticas subyacentes al conflicto entre Israel y los palestinos aún no se han solucionado.

Hamas rechaza cualquier negociación de paz con Israel.

Los israelíes fueron criticados, de forma indirecta, por sus aliados en la Casa Blanca y el departamento de Estado después del colapso de la última ronda de conversaciones con Fatah, la otra principal facción palestina.

Parece claro que seguirán ocurriendo pequeñas guerras periódicas entre Hamas e Israel, como una cruenta repetición continua, hasta que el conflicto entre palestinos e israelíes se convierta en un hecho estable y libre de peligros, aunque no haya sido solucionado.

Si eso no ocurre, existe la probabilidad de que los combates estallen más a menudo y se conviertan en una guerra de desgaste que ninguna de las dos partes podría ganar.

El Medio Oriente es una región sumamente inestable. Eso significa que hay una gran posibilidad de que el veneno del conflicto en y alrededor de Gaza se propague mucho más allá.

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