12 jun 2014 , 07:15

Adolescente de 13 años se convierte en la más joven en escalar el Everest

Ese récord lo ostentaba desde 2010 el estadounidense Jordan Romero a los 13 años, 10 meses y 10 días

La mujer más joven en escalar el Everest, una adolescente india de 13 años, Malavath Purna, intentará repetir "el milagro" de subir otra gran montaña a base de fe, ya que esta joven de condición humilde nunca soñó con ser escaladora.

 

Purna se convirtió el pasado 25 de mayo en la mujer más joven en subir al techo del mundo y por poco en la persona de menos edad en conseguirlo, un récord que ostenta desde 2010 el estadounidense Jordan Romero.

 

El estadounidense lo logró a sus 13 años, 10 meses y 10 días, mientras que esta chica india lo hizo siendo 15 días más mayor.

 

Purna aseguró que volverá a prepararse para repetir el milagro que para ella supuso ascender los 8.848 metros del Everest acompañada de Sadhanapalli Anand Kumar, de 16 años, compañera de estudios en Sirpur, en el estado indio de Telangana.

 

Un logro milagroso para una chica intocable, el nivel más bajo en el sistema de catas hindú, hija de campesinos que nunca pensó en ser escaladora, pero en lo que se ha convertido gracias a un programa estatal de apoyo a jóvenes desfavorecidos.

 

Este programa le permitió participar en cursos de escalada y el reto de subir al Everest se lo planteó como un compromiso con sus mentores, para devolverles el apoyo recibido por parte de esta estudiante de Bienestar Social.

 

De ahí "al orgullo y la excitación" experimentados en la cima del mundo, con lágrimas de alegría por haber cumplido su compromiso tras 52 días de escalada desde el Tíbet, puesto que Nepal no permite el ascenso a menores de 16 años.

 

Allí plantó las banderas de la India, Telangana y su colegio, disfrutó unos quince minutos de las vistas, lo que le permitió el oxígeno disponible, y regresó con su acompañante al campo base, para celebrar su gesta con saltos de alegría antes de descansar.

 

Lo peor del ascenso no fueron solo los 40 grados centígrados bajo cero o el paso por la conocida como Zona de la Muerte, donde una pisada errónea puede conllevar la caída al abismo, sino también el ver los cuerpos sin vida de otros montañeros que murieron en su intento.

 

"Estaba aterrizada, conmocionada, pero le eché coraje y oraciones para recargar energías" y seguir el ascenso, con la mente puesta en las promesas a sus preparadores y a sus padres de que lograría el reto.

 

La montañera bromea con que lo peor también fue la comida preparada, a base de alimentos como barritas energéticas, frutas secas o sopas precocinadas, por lo que cuando bajó de la montaña celebró su éxito con un plato de arroz típico de su tierra.

 

Ahora su mente ya piensa en la próxima montaña a escalar, aunque aún no haya decidido ni cuál será ni en qué momento afrontará ese nuevo "milagro" tras haber entrado en la historia del alpinismo.

 

Malavath Purna nunca pensó en ser alpinista hasta que hace poco más de un año decidió dar el paso, por lo que tuvo que prepararse durante apenas ocho meses, cuando lo habitual son hasta dos años, para afrontar las grandes cimas del Himalaya. 

Noticias
Recomendadas