06 feb 2014 , 06:43

Guerra de intereses pone en peligro el futuro del Canal de Panamá

El conflicto entre la autoridad del canal y el consorcio que realiza la obra ya detuvo el proyecto.

Lo que muchos mostraban como el ejemplo más claro para afirmar que Panamá iba en ruta a su desarrollo, se ha convertido en un dolor de cabeza para las autoridades del país centroamericano y las compañías constructoras, justo en el centenario de inauguración de la estratégica vía interoceánica que conecta al Pacífico con el Atlántico.

 

Las autoridades de Panamá informaron este miércoles que las obras de ampliación del Canal de Panamá se interrumpieron, luego de que fracasaran las negociaciones con la multinacional para sufragar gastos adicionales a los presupuestados por el orden de los 1.600 millones de dólares.

 

El administrador del Canal, Jorge Quijano, anunció que el consorcio GUPC (Grupo Unidos por el Canal) dio instrucciones a sus empleados y contratistas de paralizar por completo el proyecto.

 

"Hoy ejecutaron su amenaza", declaró en una rueda de prensa en Ciudad de Panamá.

 

Los trabajos de la ampliación comenzaron en septiembre de 2007 y consisten en construir nuevas esclusas para permitir el paso de barcos de mayor envergadura -los llamados Post Panamax- y aumentar el volumen de carga que cruza por el itsmo centroamericano.

 

La empresa que encabeza el grupo constructor, la española Sacyr Vallehermoso, dio a conocer un comunicado en el que asegura que "continúa buscando una solución para el Tercer Juego de Esclusas a pesar de la interrupción de las negociaciones por parte de la Autoridad del Canal de Panamá".

 

Una fuente anónima de la empresa, citada por la agencia AFP, aseguró que "las obras continúan", aunque los medios panameños indican que los trabajos están paralizados.

 

Respaldo presidencial

"Apoyemos la decisión que tome Canal de Panamá, cerremos filas. Es una irresponsabilidad lo realizado por GUPC", dijo el presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, a la televisión local.

 

Luego de que los administradores del canal anunciaran la ruptura de las negociaciones y la paralización de los obras, Martinelli pidió a los panameños "cerrar filas" y respaldar las decisiones que se tomen.

 

"El presidente ha sido enfático en decir: la obra se va a realizar, de la manera que tenga que realizarse. Porque nosotros no vamos a parar un proyecto de nación por este conflicto", dijo Eduardo Camacho, secretario de Comunicación del gobierno de Panamá.

 

El administrador Quijano dijo que la paralización de las labores dará a las autoridades tiempo para analizar cómo proceder en cuanto al proyecto.

 

"Ni siquiera quiero sugerir que los próximos pasos serán fáciles o exentos de riesgo. Pero lo que quiero dejar claro es que no cederemos ante el chantaje", dijo Quijano.

 

Quijano seguró que las autoridades "no se dejarán chantajear", aunque no descartó que aún se pueda alcanzar un acuerdo. "A partir de ahora se inicia un cuidadoso proceso de toma de decisiones", afirmó.

 

Cuestión de costos

Aunque Quijano acusó al consorcio de inflexibilidad en las negociaciones, dijo confiar en que las obras puedan ser terminadas en 2015 como está programado, sugiriendo que el gobierno podría recurrir a otras empresas para finalizar el proyecto.

 

En su comunicado, Sacyr Vallehermoso dejó entrever que la solución del conflicto con las autoridades del canal podría terminar resolviéndose en tribunales internacionales, como corresponde a este tipo de contratos.

 

Sin embargo, advirtió que podría tratarse de un proceso largo y costoso, dañino para la imagen del país centroamericano, para el empleo de más de 10.000 personas y para el desarrollo del comercio mundial y las inversiones que esperan aprovechar la expansión del canal.

 

"Es obvio que en esta situación nadie gana. No gana Panamá, no gana el GUPC, mucho menos gana la comunidad internacional que tiene sus ojos planteados en el desarrollo del comercio mundial con un componente muy importante en la ampliación del Canal de Panamá. Nadie gana”, reconoció el secretario Camacho.

 

El GUPC advierte que "los años de litigios y arbitraje en las jurisdicciones de todo el mundo dejará una sombra continua sobre la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) y el Canal de Panamá".

 

"El fracaso de un proyecto estratégico para la economía de Panamá y el mundo dejará una sombra permanente sobre el proyecto de expansión del Canal de Panamá en los libros de historia”, indica el comunicado.

 

Noticia "inesperada"

El ministro de Economía de España dijo que su gobierno tratará de reducir el impacto en las cuentas estatales de la eventual ruptura de las negociaciones del consorcio encabezado por Sacyr y las autoridades panameñas.

 

El Comisionado de Industrias de la Unión Europea, Antonio Tajani, a quien representantes del consorcio le habían pedido mediar en la disputa con el gobierno panameño, expresó que la noticia de la paralización de las obras era "inesperada".

 

"La mañana de ayer (martes) el presidente de la república, el señor Martinelli, hizo una declaración pública positiva indicando que las partes estaban muy cerca de un acuerdo".

 

Tajani dijo esperar que los involucrados reconsideren sus posiciones en los días venideros porque, según expresó, "la interrupción de los trabajos serán malas para el empleo, para la economía mundial, la expansión del canal y las mismas partes".

 

La ruptura de las conversaciones con Panamá provocó una caída del 6% en el valor de las acciones de Sacyr, mientras que las de la italiana Salini Impregilo, el otro integrante importante del proyecto, descendieron cerca del 3% en Milán.

 

Sacyr y sus asociadas ganaron en julio del 2009 el contrato con una oferta inferior al monto que había fijado como referencia la ACP e incluso, US$1.000 millones menor que un consorcio de la constructora estadounidense Bechtel.

 

La disputa por sobrecostos salió a la luz pública hace algo más de un mes y en ella se han ofrecido como mediadores tanto gobiernos como representantes de la Unión Europea.

 

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