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En la construcción del túnel de 13,4 km participaron consorcios españoles.
Turquía inauguró este martes un túnel bajo el Bósforo, la primera comunicación directa por vía férrea entre Europa y Asia.
El túnel, llamado Marmaray, es parte de las obras de infraestructura con que el país celebra esta semana sus 90 años como Estado moderno y laico.
El túnel, de 13,6 kilómetros de longitud, de ellos 1,4 submarinos, no sólo servirá para trenes desde zonas cercanas que transportarán al día hasta 1,5 millones de pasajeros, sino que también tendrá una vía para trenes de larga distancia.
La ministra española de Fomento, Ana Pastor, asistió a la inauguración y destacó la alta participación en la obra de empresas españolas.
Pastor dio una conferencia de prensa conjunta con representantes de las compañías OHL y Dimetronic, que juntas llevan a cabo una importante parte del proyecto Marmaray.
El consorcio español OHL es responsable de la colocación de vías, electrificación y señalización no sólo del túnel, sino de todo el trayecto entre las dos puntas de Estambul.
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