01 jun 2018 , 08:13

Encuentro entre Trump y Kim toma forma en Singapur

La reunión promete ser uno de los grandes eventos geopolíticos de los últimos años.

Se tomaron por asalto los hoteles, la policía se prepara para acordonar la ciudad-Estado y se espera el arribo de miles de periodistas para cubrir el gran acontecimiento mediático planetario: la próxima cumbre entre Estados Unidos y Corea del Norte.

 

Diplomáticos de alto rango de ambos países intentan encarrilar definitivamente este encuentro histórico entre el dirigente norcoreano Kim Jong Un y el presidente estadounidense Donald Trump.

 

La cumbre prevista para el 12 de junio en el pequeño archipiélago del sudeste asiático fue anulada a fines de mayo por Trump antes de volver a agendarse. Si finalmente se realiza, la reunión promete ser uno de los grandes eventos geopolíticos de los últimos años y se desarrollará bajo la luz de los proyectores del mundo entero.

 

Las delegaciones de Estados Unidos y Corea del Norte acompañadas de sus equipos de seguridad se reforzarán con más miembros. Pero aún así, los medios serán sin ninguna duda más numerosos.

 

Está previsto que unos 3.000 periodistas soliciten una acreditación para cubrir el evento, indicaron a la AFP fuentes bajo condición de anonimato relacionadas con la preparación de la cumbre.

 

El último acontecimiento comparable organizado en Singapur -la reunión histórica en 2015 entre el presidente chino Xi Jinping y su homólogo taiwanés de entonces Ma Ying-jeou- apenas convocó unos cientos de periodistas.

 

Solo esta semana, la llegada a Singapur del norcoreano Kim Chang Son, director del gabinete de facto del dirigente norcoreano, atrajo a varios periodistas. 

 

Se plantaron ante el lujoso hotel Fullerton con la esperanza de ver al alto responsable de Corea del Norte, lo cual da una idea de la euforia mediática que despierta todo lo relacionado con la cumbre entre Trump y Kim.

 

Cócteles idóneos

 

Los hoteles donde se sospecha que podría establecerse la sede de la cumbre están prácticamente reservados en su totalidad, comenzando por el Shangri-La, un alojamiento cinco estrellas que albergó la reunión Xi-Ma.

 

Mientras se resuelven las dudas de si Pyongyang y Washington lograrán realmente ponerse de acuerdo sobre el arsenal nuclear norcoreano, la población de Singapur se preocupa por las consecuencias de la cumbre en su apacible ritmo de vida.

 

"¿Sería posible que el gobierno declare un día feriado para este día especial?", sugirió Chang Anthony en Facebook.

 

"Demonios, los dos líderes más impopulares del mundo están desembarcando para la paz mundial", lamentó Timothy Klein en la red social.

 

Singapur, conocido por su calma y limpieza, es a veces objeto de burlas por las malas lenguas que lo consideran un lugar aburrido.

 

Las medidas de seguridad se anuncian draconianas y costosas, dado el gran número de efectivos que serán desplegados, con vías cerradas a la circulación a una distancia considerable del lugar de la cumbre.

 

Lim tai Wei, investigador del Instituto de Asia del Este de la Universidad Nacional de Singapur, cree que los contratiempos que provoque esta reunión no tendrán nada de extraordinario.

 

"Hay que pensar que el país ya tuvo la experiencia de una cumbre entre Xi y Ma en 2015, y que ya recibió a presidentes estadounidenses", dijo a la AFP.

 

Los comerciantes y los restaurantes de esta ciudad-Estado de 5,6 millones de habitantes ven con buenos ojos la afluencia de diplomáticos, personal de seguridad y periodistas.

 

En la ciudad que dio su nombre al Singapur Sling, un cóctel a base de gin, el bar Escobar -en referencia al capo del narcotráfico colombiano- ya tiene una oferta de tragos idóneos. 

 

El "Trump", es un cóctel azul con bourbon mientras que el "Kim" es rojo y contiene soju, un alcohol coreano. Las dos bebidas cuestan 12,60 dólares singapurenses (ocho euros, 9,3 dólares ), una alusión a la fecha prevista de esta cumbre.

 

 

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