05 dic 2017 , 07:01

Trump confirma su plan de trasladar a Jerusalén la embajada de EE.UU.

El estatuto de Jerusalén es un asunto clave en el conflicto palestino-israelí.


 


El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó el martes 5 de diciembre de 2017 que planea trasladar la embajada estadounidense a Jerusalén, a pesar de las advertencias de líderes mundiales sobre los riesgos de provocar malestar en Medio Oriente y perjudicar los esfuerzos de paz entre israelíes y palestinos.
 

La Casa Blanca informó este martes que Trump hará un pronunciamiento formal el miércoles sobre el estatuto de Jerusalén, en medio a una intensa oleada de reacciones críticas al controvertido gesto político.
 

En medio de una ronda de diplomacia telefónica, Trump dijo al líder palestino Mahmud Abas y al rey jordano Abdalá II que el proyecto profundamente controvertido, que conlleva el reconocimiento estadounidense de Jerusalén como capital de Israel, seguía en marcha, aunque no fijó una fecha para ello.
 

El estatuto de Jerusalén es un asunto clave en el conflicto palestino-israelí, y ambas partes reivindican la ciudad como su capital.
 

Las advertencias se multiplicaron este martes, entre otras la del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, quien señaló a Trump que el estatuto de Jerusalén es una "línea roja para los musulmanes" y amenazó con cortar los lazos diplomáticos de Turquía con Israel.
 

El secretario general de la Liga Árabe, Ahmed Abul Gheit, expresó que los miembros de ese grupo han decidido reunirse en El Cairo ante el "peligro de esta cuestión, si esto debiera ocurrir, y a las posibles consecuencias negativas no solo para la situación en Palestina sino también en la región árabe e islámica".
 

Funcionarios estadounidenses dijeron que Trump no planea trasladar por ahora la embajada a Jerusalén, una gran promesa de campaña que su Gobierno ya pospuso una vez en junio.
 

"El presidente ha sido claro: no es una cuestión de 'si', sino una cuestión de 'cuándo'. Pero no será adoptada ninguna decisión hoy" (lunes), dijo un portavoz de la Casa Blanca, Hogan Gidley.
 

Trump llamó por teléfono al rey Abdalá II de Jordania el martes por la tarde y le informó de "su intención de seguir adelante con el traslado de la embajada de Estados Unidos a Jerusalén", informó el palacio real jordano en un comunicado.
 

Proceso de paz
 

Trump ha dicho que quiere relanzar las congeladas conversaciones de paz entre Israel y los palestinos en busca de un "acuerdo definitivo", pero su reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel podría destruir tal esfuerzo, advirtió un funcionario palestino.
 

"Ya no aceptaremos la mediación de Estados Unidos, no aceptaremos la mediación de Trump. Será el final del papel desempeñado por los estadounidenses en ese proceso", dijo Nabil Chaath, un alto consejero del presidente palestino, Mahmud Abas.
 

La presidencia palestina dijo que Trump informó a Abas sobre "su intención de transferir la embajada de Estados Unidos" en Israel, durante una conversación telefónica entre ambos dirigentes.
 

Durante este diálogo Abas advirtió a Trump de las "peligrosas consecuencias de tal decisión sobre el proceso de paz, la seguridad y la estabilidad en la región y en el mundo", añadió la Autoridad Palestina en un comunicado.
 

Abas reafirmó su "posición firme sobre que no puede haber Estado palestino sin Jerusalén Este como capital, conforme a las resoluciones y a la ley internacionales y a la iniciativa de paz árabe", dijo el texto.
 

En tanto, el secretario general de la Organización para la Liberación de Palestina, Saeb Erakat, señaló que el cambio de la embajada estadounidense a Jerusalén provocará un desastre.
 

A su vez, el palacio real de Jordania emitió una nota donde advirtió sobre medidas "de graves consecuencias". Para el grupo palestino Hamas, la modificación del estatuto de Jerusalén traspasa "todas las líneas rojas" y abre las puertas a "una peligrosa escalada" de violencia.
 

La Liga Árabe llamó a Washington a reconsiderar su decisión, mientras Arabia Saudita, un aliado de Estados Unidos en la región, expresó su "seria y profunda preocupación" por el eventual traslado.
 

"Este paso tendrá serias implicancias y nuevas complicaciones en el conflicto palestino-israelí", dijo la agencia de prensa oficial saudita, citando una fuente del Ministerio de Relaciones Exteriores.
 

"Además, obstruirá los esfuerzos en curso para revivir el proceso de paz", añadió.
 

Por su lado, el presidente francés Emmanuel Macron advirtió a Trump que el estatuto de Jerusalén debe ser decidido "en el marco de las negociaciones de paz entre israelíes y palestinos". 
 

Israel ve una "oportunidad histórica"
 

En medio de desacuerdos internos en la Casa Blanca, varios funcionarios estadounidenses no han podido precisar qué decidirá finalmente Trump.
 

El ministro de Defensa israelí, Avigdor Lieberman, instó al presidente estadounidense a aprovechar esta "oportunidad histórica".
 

Todas las embajadas extranjeras en Israel están localizadas en Tel Aviv, con representaciones consulares en Jerusalén.
 

Si traslada la embajada de Estados Unidos de Tel Aviv a Jerusalén, como lo ha comunicado al presidente palestino y al rey jordano, Donald Trump rompería el posicionamiento de la comunidad internacional y de décadas de política estadounidense.

Historia
 

El plan de división de la ONU en 1947 preveía la partición de Palestina en tres entidades: un Estado judío, un Estado árabe y Jerusalén como un "corpus separatum" bajo régimen internacional especial, administrado por Estados Unidos.
 

Este plan fue aceptado por los dirigentes sionistas, pero rechazado por los líderes árabes. 
 

Tras la salida de los británicos y la primera guerra árabe-israelí, se crea el Estado de Israel en 1948, que hace de Jerusalén Oeste su capital. Jerusalén Este queda bajo el control de Jordania.
 

Israel toma y se anexiona Jerusalén Este durante la guerra de los Seis Días en 1967. Una ley fundamental aprueba en 1980 el estatus de Jerusalén como capital "eterna e indivisible" de Israel.
 

Posición israelí y palestina
 

El Gobierno israelí lo recordó el martes: "Jerusalén es la capital del pueblo judío desde hace 3.000 años y la capital de Israel desde hace 70 años". Esto es válido para todo Jerusalén, Oeste y Este, ciudad "reunificada".
 

La Autoridad Palestina, interlocutora de la comunidad internacional y de Israel, reivindica Jerusalén Este como la capital de un futuro Estado palestino independiente. El Hamas islamista, que no reconoce Israel, habla simplemente de Jerusalén como la capital de una futura Palestina.
 

Estados Unidos
 

En 1995, el Congreso estadounidense adoptó el Jerusalem Embassy Act que pide a Estados Unidos trasladar la embajada de Tel Aviv a Jerusalén, "capital del Estado de Israel".
 

La ley es vinculante para el Gobierno estadounidense. Pero una cláusula permite a los presidentes aplazar su aplicación durante seis meses en virtud de "intereses de seguridad nacional".
 

Bill Clinton, George W. Bush y Barack Obama accionaron sistemáticamente la cláusula cada seis meses.
 

Trump lo hizo por primera vez el pasado junio, a su pesar. Pero este martes comunicó al presidente palestino, Mahmud Abas, y al rey de Jordania, Abdalá II, su intención de trasladar la embajada, según informaron la presidencia palestina y el palacio real jordano.
 

La comunidad internacional
 

Su posicionamiento no ha cambiado durante décadas. La ONU no reconoce la anexión de Jerusalén Este, que considera un territorio ocupado. Declaró la ley israelí de 1980 una violación de la ley internacional. 
 

Para la ONU, el estatuto final de Jerusalén tiene que ser negociado entre las partes.
 

La visión internacional más extendida es la de Jerusalén como capital de Israel y de un Estado palestino independiente.
 

La resolución 478 de la ONU en 1980 pedía a todos los países con una misión diplomática en la Ciudad Santa que la retiraran. Trece países (Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, Salvador, Guatemala, Haití, Holanda, Panamá, Uruguay, Venezuela) trasladaron su embajada a Tel Aviv, donde se encuentran las de los otros países.
 

Rusia
 

Los medios israelíes se hicieron eco en 2017 de un comunicado del Gobierno ruso afirmando que consideraba "Jerusalén Oeste como la capital de Israel".
 

El documento, acogido con entusiasmo por una parte de la clase política israelí aunque con pocas consecuencias efectivas, reconocía también "Jerusalén Este como la capital de un futuro Estado palestino".

 

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