16 nov 2017 , 09:03

Inundaciones en Grecia dejaron 16 muertos y al país en luto

Primer ministro griego sostiene que problema se agravó por defectos en infraestructuras.

Grecia decretó el jueves tres días de luto nacional tras las inundaciones que dejaron el miércoles 15 de noviembre  16 muertos y decenas de heridos cerca de Atenas.

 

Al menos cuatro personas seguían desaparecidas en Mandra, una de las tres localidades afectadas por las inundaciones, a unos 50 kilómetros al oeste de la capital. 

 

La última víctima, un hombre de 50 años, fue hallado en un sótano lleno de barro. Los servicios de emergencia tardaron más de un día en llegar hasta su casa. 

 

Los servicios meteorológicos preveían que el mal tiempo duraría hasta el fin de semana, una situación preocupante para cientos de personas cuyas casas seguían anegadas. 

 

El primer ministro Alexis Tsipras, que declaró los tres días de luto nacional tras el desastre, dijo sentirse "conmocionado" tras visitar la zona siniestrada el jueves.  

 

"Se trata claramente de un fenómeno meteorológico raro y extremo", dijo en un comunicado. "Pero este fenómeno extremo tuvo semejantes efectos a causa de (décadas) de problemas acumulados y de defectos en las infraestructuras y en la gestión del territorio", añadió. 

 

Varios expertos aseguraron que era cuestión de tiempo antes de que ocurriera una catástrofe como ésta, debido a la mala concepción de las construcciones en la zona, en algunos casos por culpa de las autoridades municipales. 

 

Y las obras de drenaje aprobadas en 2016, en un intento de mejorar la situación, todavía no comenzaron. 

 

Según los meteorólogos, las lluvias torrenciales se concentraron el miércoles en una montaña cercana, asolada por incendios forestales en 2016, lo cual facilitó el avance del río de lodo hacia las ciudades afectadas. 

 

La mayoría de las víctimas de las inundaciones murieron ahogadas, algunas de ellas atrapadas en sus propias casas, como dos octogenarios que vivían en sótanos. 

 

- 'Estamos devastados' -

 

Mandra, Nea Peramos y Megara, las tres localidades afectadas, eran zonas agrícolas antes de convertirse en áreas semiindustriales en los últimos años. 

 

En Mandra y Nea Peramos, había cinco ríos, que hoy están en gran parte cubiertos por motivos de gestión del territorio, recordó el geólogo Michalis Diakakis, en una entrevista para el diario Ethnos. 

 

"La intervención humana originó el desastre (...) La mayoría de los riachuelos están casi cerrados hoy en día y no pueden absorber el volumen de agua de semejantes tormentas", explicó. 

 

En la calle principal de Mandra, el dueño de una tienda de ropa se lamentaba ante la magnitud de la catástrofe. "Estamos devastados", dijo. 

 

Grúas, ambulancias y vehículos de policía recorren las calles fangosas de la ciudad, donde más de un centenar de bomberos intentan retirar el agua y el lodo de las viviendas y las calles, y restablecer el suministro eléctrico y el agua, así como las líneas telefónicas. 

 

Los dueños de las tiendas de la ciudad trataban entretanto de limpiar con mangueras el barro y los escombros acumulados en el interior de sus locales. En las calles había decenas de coches volcados.  

 

"Nuestro problema ahora es lidiar con dos torrentes, uno de los cuales continúa corriendo por el centro de Mandra. Ahora hay una tormenta, las operaciones son muy difíciles", indicó a la AFP un responsable de protección civil.

 

Una nueva tormenta alcanzó Atenas el jueves por la noche, y los bomberos tuvieron que intervenir en 400 edificios inundados. 

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