Marcela Temer: De modelo a nueva primera dama brasileña

Modelo, candidata en varios certámenes de belleza, abogada, aunque no ejerce, y madre. Son las facetas que han marcado la vida de Marcela Temer, la esposa de Michel Temer quien se convirtió esta semana en la primera dama de Brasil. Su espso tomó posesión de la presidencia de su país después de que Dilma Rousseff fuera suspendida del cargo. Los 43 años de diferencia con su esposo, su pasado como modelo con fotos con poca ropa, y sus gustos caros llaman la atención de la prensa internacional.

Pero ¿Quién es esta mujer y cómo se conoció con Michel Temer? 

Todo ocurrió en el año 2002 en una fiesta del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), allí Michel Temer conoció a Marcela Tedeschi.

 

 

 

 

Nacida el 19 de mayo de 1983 en Paulínia. Fue educada en una escuela provincial y acompañó a su madre en la religión evangélica durante su adolescencia.

 

Al terminar su enseñanza media, trabajó como recepcionista en el extinto diario O Momento, hasta el 2002, mismo año en el que conoció al político brasileño.

 

La relación que la mujer de 33 años tiene con la política viene desde su tío Geraldo, quien está afiliado al PMDB y posee un cargo dentro del ayuntamiento de la ciudad en la que ella nació. Precisamente fue él quien la invitó a la fiesta en la que conoció y flechó a Temer.

 

 

 

 

En dicha ocasión, ambos se tomaron una fotografía y la joven encantó al político 43 años mayor, logrando que la invitara a salir. El romance avanzó rápido y en 2003 la pareja contrajo matrimonio en una ceremonia privada. 

 

Desde entonces, la incipiente carrera, que había formado al participar y ganar ciertos concursos de belleza en Brasil, quedó en el olvido. Hizo algunas sesiones de fotos, pero muy recatadas; sin embargo, fue su hermana la que posó desnuda para la revista Playboy, eso enfadó mucho a Marcela. 

 

 

 

 

Eso sí, decidió estudiar derecho pero no logró rendir los exámenes finales ya que al término de la carrera nació su único hijo.

 

En 2011 Temer asumió como vicepresidente y la vida de Marcela no cambió mucho. Mantuvo sus labores en casa, dedicada a la crianza de su único hijo y a visitar malls y peluquerías de moda, como así fue destacado por ella misma en varias entrevistas con medios brasileños.

 

Temer, a quien apodan como la Bruni brasileña, había participado en el concurso de Miss Paulinia, en Sao Paulo, y quedó en segundo lugar. Algunos medios aseguran que esta rubia que ahora cuenta 33 años (su marido tiene 75) lleva una vida de emperatriz y tiene gustos extravagantes y, sobre todo, caros.

 

 

 

 

El retrato que la prensa de medio mundo hace de Marcela lleva asociado mucho champán y ropa cara. Se ha publicado que como mujer del que hasta hace poco era vicepresidente contaba con cuatro criadas solamente para el lavado y planchado de ropa, otras dos para la casa, un cocinero y una cuidadora para atender aMichelzinho, de 7 años. Y eso era en su residencia de Brasilia y antes de ser primera dama. Antes de eso vivía en Sao Paulo.

 

Marcela también reformó la residencia oficial que tenía en la capital, el Palacio Jaburu, que se calcula costó millones de euros de dinero público. Dicen incluso que Marcela convenció a su marido para comprar una casa para su madre y su hermana en Brasilia de casi dos millones de euros.

 

Hoy, con su esposo como presidente de Brasil, Marcela llama la atención por su belleza, juventud y por su inexperiencia en las labores que deberá asumir como primera dama, ya que fue el propio mandatario el que manifestó la idea de traspasarle 'toda el área social' del Gobierno, porque posee 'mucha preocupación' por ello.