16 jun 2015 , 05:49

La ONU evalúa opciones para eliminar abusos sexuales por cascos azules

Un informe propone apartar de las misiones de paz a países que violan derechos humanos.

Para eliminar el riesgo de que los cascos azules cometan abusos sexuales, un informe encargado por la ONU propone apartar de las misiones de paz a los países que violan los derechos humanos y denunciar a aquellos que disponen de soldados y no sancionan ese tipo de actos. 

 

El informe, realizado por expertos, aspira a revisar, por primera vez en 15 años, la globalidad de las operaciones de mantenimiento de la paz con el fin de adaptarlas a la nueva situación internacional, en la que "los cascos azules son cada vez más convocados a administrar conflictos" y se ven directamente amenazados.

 

El documento, consagrado a las operaciones de mantenimiento de la paz, fue redactado bajo la dirección del premio Nobel de la Paz José Ramos-Horta y fue entregado el martes al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.

 

Fue encargado por la ONU el año pasado, antes de que se conocieran una serie de acusaciones de explotación o de abuso sexual contra cascos azules desplegados en Haití o en Liberia o contra soldados extranjeros, como algunos franceses que operan en República Centroafricana.

 

Según un resumen obtenido por la AFP, el informe recomienda en particular excluir de las misiones de mantenimiento de la paz a los países que violan los derechos de los niños en los conflictos armados. La ONU actualiza regularmente una "lista de la vergüenza" de los ejércitos o milicias que incurren en esos actos. 

 

También sugiere divulgar las sanciones adoptadas por los países que contribuyen con tropas contra sus soldados acusados de violaciones a los derechos humanos, denunciarlos en caso de que no las hayan tomado, acelerar las investigaciones -de la media actual de 16 meses a sólo seis- y crear "un programa eficaz de ayuda a las víctimas".

 

Tras recordar la inmunidad de que gozan en principio los cascos azules durante su actuación, el texto indica que "inmunidad no quiere decir impunidad" y precisa que esa figura no se aplica a los actos privados.

 

El informe recomienda, más generalmente, adaptar las 16 misiones a los nuevos tipos de conflicto, en los que los cascos azules son a menudo blanco de atentados extremistas, como en Malí, o son secuestrados por grupos armados, como en la meseta del Golán. 

 

Tras la última revisión, las crisis regionales se multiplicaron y el número de cascos azules aumentó (hoy es de 130.000, contra 20.000 hace 15 años). Su mandato también es más complejo: deben proteger a los civiles, pero también ayudar a los países en que operan a preparar elecciones. 

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