España reclama un sistema europeo de devolución de inmigrantes irregulares

El ministro español de Interior, Jorge Fernández Díaz, reclamó hoy que se establezca un sistema europeo de devolución de inmigrantes irregulares en paralelo a la política migratoria comunitaria sobre la que trabaja la UE porque, en su opinión, "son dos caras de la misma moneda".

"No puede haber una política europea de lucha contra la inmigración irregular sin una política de retorno y devolución", sostuvo Fernández Díaz, quien aseguró que existe en la Unión Europea (UE) "un consenso muy importante" sobre esta cuestión, en declaraciones al término de la reunión de titulares europeos de Interior que se celebró hoy en Luxemburgo.

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Según el ministro español, la política europea de retorno unida a la de lucha contra la inmigración irregular y al refuerzo de la seguridad de las fronteras "constituyen los tres pivotes en los que debe basarse la política europea, e integrando esos tres pivotes entiendo que se podrá llegar a un acuerdo".

"Todos tenemos el mismo objetivo, la lucha contra las mafias que trafican con la desesperación de las personas y contra la inmigración irregular, lo que pasa es que en los medios para ser más eficaces en la consecución de ese objetivo discrepamos", continuó.

Insistió en que obligar a los Estados miembros a acoger demandantes de asilo, como ha propuesta la Comisión Europea (CE), no es la solución y reiteró que la medida podría tener un "efecto llamada" que alentaría a las mafias que trafican con inmigrantes a incrementar su actividad.

De acuerdo con Fernández Díaz, España ha demostrado la solidaridad a diario, pero "otra cosa es que te lo impongan".

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"El Consejo Europeo se va a reunir los días 25 y 26 y ellos tienen la última palabra. Hay todavía mucho que dialogar y mucho camino por recorrer", añadió.

El ministro dijo que en el debate de hoy con sus homólogos ha detectado tres posiciones respecto a la iniciativa de la CE: por un lado se encuentran Italia y Grecia, como países más directamente afectados por la situación; por otro Francia y Alemania, que apoyan la medida de Bruselas con matices, y en tercer lugar figura otro bloque, dentro del que está España, que tiene "serias reservas".