29 mar 2013 , 09:15

Desde la madrugada cientos se congregaron para acompañar al Cristo del Consuelo

Desde las 06:00 cientos de feligreses se congregaron para iniciar la gran procesión de Cristo del Consuelo, la más multitudinaria de Guayaquil durante Semana Santa.    A las 07:00 inició el recorrido por la calle Lizardo García que incluye también Pedro Robles Chambers, hasta llegar a la iglesia Espíritu Santo. Los creyentes acompañan la imagen de Jesús que y recuerdan la pasión, muerte y resurrección del salvador.  

Desde las 06:00 cientos de feligreses se congregaron para iniciar la gran procesión de Cristo del Consuelo, la más multitudinaria de Guayaquil durante Semana Santa. 

 

A las 07:00 inició el recorrido por la calle Lizardo García que incluye también Pedro Robles Chambers, hasta llegar a la iglesia Espíritu Santo. Los creyentes acompañan la imagen de Jesús que y recuerdan la pasión, muerte y resurrección del salvador.

 

El arzobispo de Guayaquil, Monseñor Antonio Arregui, encabezó esta procesión a la que se unió a las 07:30. Al llegar la figura del Cristo a la iglesia Espíritu Santo, Arregui se dirigó a los feligreses y en su mensaje volvió a cuestionar sobre el uso de la píldora del día después.

 

Arregui también se refirió a que cada uno debe proteger la vida; también pidió rezar por el gobierno ecuatoriano.

 

Un total de 400 policías custodian la figura del Cristo del Consuelo, diseñada a través de una fotografía traída de un templo de España por un creyente llamado Luis Alvarado. La imagen proviene del santuario del Inmaculado Corazón de María en Madrid.

 

La historia cuenta que desde la primera procesión del Cristo del Consuelo (15 de abril del 1960) los milagros comenzaron a realizarse; desde ese entonces miles de feligreses acompañan al Cristo en su procesión. 

 

De los milagros atribuidos al patrono de la parroquia da testimonio Jorge Abab, quien llega todos las mañana a la iglesia, coge su escoba y franela y realiza la tarea de limpieza -labor que lleva haciendo desde hace 45 años- cuando el Cristo del Consuelo lo sano de una enfermedad cardiaca y  un tumor en la cabeza. “Oré, me tocó la cabeza, me dormí y al día siguiente me hice el tercer examen y los médicos se quedaron sorprendidos porque la enfermedad había desaparecido”, contó Abab. 

 

Jorge está convencido que conforme recibió un milagro recibirá otro, que será que su esposa pueda caminar.

 

Al templo llegan personas de todas partes, es el único lugar en donde no se pide permiso a nadie para pedir por algo.

 

Anita Paguay, una mujer que cree firmemente en el Cristo del Consuelo, tenía un problema en el útero, pero asegura que sus oraciones y penitencias le han permitido continuar viviendo.

 

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