04 feb 2015 , 10:00

Redes sociales pueden poner en peligro la vida de sus hijos

Actualmente el tráfico de personas utiliza estos medios digitales para captar a sus víctimas.

Las redes sociales son una herramienta utilizada para diversas finalidades, dependiendo del ámbito en el que se haga uso de ellas. Estas informan, generan interacción, sirven como denuncia y cuentan historias, sin embargo, también pueden ser utilizadas para fines perjudiciales, como para captar y vender seres humanos.

 

A través de algunos casos, señalaremos algunas recomendaciones para evitar caer en las redes de la trata de personas.

 

 

'Yolanda' y 'Carolina' son dos adolescentes que fueron víctimas del mercado de personas a través de internet. Ambas están en proceso de reinserción social y se encuentran en una casa de acogida de la Fundación Alas de Colibrí.

 

El director de esta entidad, Daniel Rueda, asegura que los delincuentes están en el anonimato y debido a ello resulta difícil rastrearlos.

 

“En este caso las redes están sirviendo para que se pueda, tanto captar a las personas como también comercializarlas. Es evidente que las redes sirven también para otro tipo de investigaciones y ha sido un avance muy grande para la sociedad, pero siempre tienen que ser bien utilizadas”, aclaró Rueda sobre este tema. 

 

A través de las redes sociales los delincuentes buscan información de sus próximas víctimas y arman estratégias elaboradas para captarlas. Por ejemplo, ofrecen relaciones amorosas, altos sueldos con poco esfuerzo y hasta trabajo para menores de edad. 

 

Verónica Supliguicha, experta en las redes sociales, dice que los tratantes suelen hacer trueques. “Pueden perfectamente intercambiar información, intercambiar personas que son víctimas entre ciudades, entre países e inclusive entre continentes. Se ha hecho mucho más fácil la utilización de la página web y de todo tipo de redes sociales”, puntualizó Supliguicha. 

 

'Yolanda' de 14 años fue conquistada a través de la web por su victimario. A los 14 años fue vendida a varios transportistas de otro país.

 

Los especialistas sugieren restringir la información que se publica en las redes sociales. “ No es recomendable publicar números de teléfono, la dirección de nuestro domicilio”, aconseja Supliguicha. 

 

En la fundación hay otras doce personas que han sido víctimas de este delito, y que reciben una ayuda integral que va desde educación hasta salud. Rueda explicó que es necesario el apoyo de la familia en estos casos. “Es necesaria la supervisión adecuada por parte de los padres, en saber qué es lo que están viendo nuestros hijos en las redes sociales y con quien están teniendo contacto”, indicó Rueda. 

 

Muchos menores de edad logran salir airosos de esta experiencia y restituyen sus derechos por medio de la reinserción. Sin embargo, otras víctimas caen en depresión profunda, lo que puede resultar mortal.

 

Lea también: Crece mercado de trata de personas al sur de Ecuador

 

Si conoce un caso similar a los expuestos en este reportaje y desea ayuda, puede contactarse con Daniel Rueda, representante de Fundación Alas de Colibrí, a través de los teléfonos 0995945742 o al (593) 2 2 536 849. La Fundación Alas de Colibrí está ubicada en las calles Ramón Valarezo N57- 53 y Pedro Freile, en Quito. 

 

También puede contactarse a su página web: www.fundacionalasdecolibri.org o a su correo [email protected]

 

 

 

 

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