10 ene 2015 , 08:00

La ecuatoriana que cumplió su sueño político en España

Leonor Castillo será elegida concejala por el partido socialista (PSOE) en el Ayuntamiento lepero.

Leonor Castillo, una ecuatoriana que llegó a España hace 15 años, vive su particular sueño español, ya que, aparte de haberse establecido en Lepe (Huelva, sur) junto a su familia, a finales de enero será elegida concejala por el partido socialista (PSOE) en el Ayuntamiento lepero.

 

Su historia es la de muchas personas que decidieron cruzar el Atlántico en busca de una vida mejor en Europa.

 

Salió de su Huaquillas natal, la principal entrada vía terrestre a Ecuador, y terminó en Lepe, localidad famosa por el cultivo de fresas, donde está licenciada en Comercio Exterior de 41 años trabaja en un almacén de manipulación de productos agrícolas.

 

"El primero que viajó fue mi marido, que trabajaba en Coca Cola, y un mes después me vine yo, solo que él se dio cuenta en España de que aquí no podía vivir con un sueldo ecuatoriano, así que buscó otra cosa", explica Castillo.

 

El próximo 29 de enero, Leonor se convertirá en la primera ecuatoriana concejala de un ayuntamiento onubense, y una de las pocas inmigrantes que pueden decirlo en toda España.

 

Tras presentarse en la lista del PSOE en las elecciones municipales de 2011, no salió elegida, pero sucesivas dimisiones de los electos han hecho que llegue al cargo finalmente, a pocos meses de una nueva convocatoria electoral.

 

La política no es algo nuevo para ella, ya que "desde los 16 años ya pertenecía al Partido Socialista de Ecuador, como otros miembros de mi familia. Cuando me vine a España al principio, me quedé al margen, porque no me lo planteé, pero, cuando me lo propusieron, lo pensé y acepté".

 

En su experiencia política ha tenido distintas labores, como la de tesorera de las juventudes socialistas en la Universidad, pero su intención al cruzar el océano parece que no pasaba por seguir en temas políticos.

 

"Vine a España a unir a mi familia con dos maletas, no tenía otra aspiración, aportar con mi voto lo que pueda para sacar adelante todo lo bueno que se pueda debatir en los plenos y ayudar a que Lepe salga adelante con mi humilde aportación", advierte.

 

Por eso, apela a que las personas que emigran no sean vistas distintas por ello, sino que en su día a día decidan qué es lo mejor para salir adelante, tanto personal como globalmente.

 

"Cuando llegas a un sitio, no te pones el sello de inmigrante, sino que eres igual que cualquier otra persona del pueblo, haciendo lo que hace cualquier otra persona, pagando impuestos y participando en la comunidad con normalidad", afirma.

 

De momento, el 29 de enero se colgará la medalla oficial que distingue a los concejales del Ayuntamiento de Lepe y, más adelante, decidirá si sigue en labores políticas, "si el PSOE me lo pide".

 

Su historia le da más normalidad todavía a la vida de los inmigrantes en un pueblo de 28.000 habitantes en el que viven personas de 63 países distintos y en el que más de 20 por ciento de su población ha nacido fuera de España. 

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