03 sep 2014 , 04:30

¿Por qué usar protector solar aún cuando está nublado?

Los daños provocados por el sol son irreversibles y se dan por una exposición prolongada.

Es época de verano y con ello la radiación ultravioleta aumenta y puede ocasionar daños irreversibles a la piel.

 

El calor y el fuerte sol no darán tregua por lo menos en este mes de septiembre, según los pronósticos del Instituto de Meteorología e Hidrología, Inamhi.

 

“Finales de septiembre es la época de transición que pasa de la época seca a la época lluviosa, es decir que pasa del verano al invierno, comúnmente como se lo conoce”, explica Homero Jácome, técnico del Inamhi. 

 

Ante este panorama, lo esencial es conocer cómo protegerse del sol. Lo recomendable es usar protector solar, sobre todo en áreas más expuestas como nariz, frente, orejas y manos. 

 

“Mientras más blanca sea la piel o la tez de una persona, menos factor de protección tiene y necesita un factor de protección quizás más alto. Pero la aplicación tiene que ser tres veces al día”, explica Marcela Noboa, médico dermatóloga.

 

La especialista añade que el bloqueador solar debe ser utilizado incluso cuando no hay sol y el cielo está nublado: “También es importante usar el protector solar porque el 40% de la radiación atraviesa las nubes”, añade. 

 

Los daños provocados por el sol son irreversibles y se dan por una exposición prolongada a través de los años. 

 

“Podemos nosotros ver pecas adicionales en aquellos pacientes que tienen tendencia a presentar estas manchitas o pecas, lunares; muchos pacientes no tienen lunares desde el nacimiento y van apareciendo de forma progresiva. Finalmente lesiones que no cicatricen, que sangren con facilidad y esto ya estaríamos entrando en un tema de una lesión maligna o un cáncer de piel”, señala Noboa. 

 

Se recomienda también utilizar gafas ya que los ojos pueden sufrir lesiones.

 

Radiación solar

El sol emite un conjunto de radiaciones luminosas compuesto por diferentes elementos: los rayos cósmicos, los rayos gamma, los rayos X, los ultravioleta (UV) (constituidos por los UVA, UVB y UVC), la radiación visible, los infrarrojos (IR) y las ondas radio.

 

Filtradas por la atmósfera, dos terceras partes de estas radiaciones llegan hasta la Tierra. Las radiaciones cósmicas, los rayos gamma, los X y los UVC incompatibles con la vida no llegan a su superficie. Entre las radiaciones que llegan hasta nosotros, sólo los UVA, los UVB, la radiación visible y los rayos infrarrojos influyen en el organismo.

 

En caso de sobreexposición solar, los UVA y los UVB pueden ser especialmente nocivos. A corto plazo, pueden provocar quemaduras solares y desencadenar reacciones de fotosensibilización (manifestaciones cutáneas patológicas relacionadas con la interacción en la piel de un agente externo y del sol). A largo plazo, los UVA y UVB son responsables del envejecimiento cutáneo y, sobre todo, de la aparición de cáncer de piel.

 

Recuerde que todo esfuerzo para evitar los daños a consecuencia del sol nunca esta de más.

 

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