14 oct 2019 , 06:02

Litardo: “Muerte cruzada no era opción para Asamblea”

Presidente del Parlamento aseguró que actuó con cautela durante la crisis.

Tras 11 días de protestas que caotizaron al país, violencia que incluyó un ataque al Parlamento Nacional, el presidente del Legislativo, César Litardo, dijo este lunes 14 de octubre de 2019 que "la muerte cruzada no era opción para la Asamblea en medio de las manifestaciones, al contrario, lo que se busca es garantizar la estabilidad". 

 

“No existían las garantías para sesionar en medio del caos. Prefiero ser juzgado como un presidente cauteloso antes que como uno golpista”, aseveró Litardo, desde las instalaciones del Legislativo, un día después de que el presidente Lenín Moreno y los indígenas acordaran la derogatoria del decreto 883, que eliminó el subsidio a las gasolinas. 

 

 

 

El acuerdo que consiguieron gobierno y manifestantes terminó con las protestas y paralizaciones que sacudieron al Ecuador, tras las medidas económicas del régimen. 

 

Según Litardo, durante los días de movilización, “la Legislatura se centró en la defensa de la estabilidad democrática del Ecuador y pasará a la historia por ello”. 

 

Litardo dijo que espera del Ejecutivo la Ley Económica Urgente para su tratamiento inmediato. El Ejecutivo, según el titular del Parlamento, deberá emitir un nuevo decreto que “busque mejores mecanismos para sacar adelante al Ecuador en el ámbito económico, sin dejar de lado lo establecido en las mesas de diálogo con dirigentes indígenas”. 

 

 

 

LEA: Se reanudan las clases desde el martes en Ecuador

 

El presidente de la Asamblea agradeció a la Policía y a las Fuerzas Armadas por "salvaguardar la integridad del Palacio Legislativo" y evitar actos vandálicos mayores. 

 

La noche del domingo 14 de octubre de 2019 terminó la violenta crisis de casi dos semanas, tras un acuerdo entre gobierno e indígenas que revoca la eliminación de subsidios al combustible que había sido pactada con el FMI.

 

Después de más de cuatro horas de negociación con la mediación de la ONU y la Iglesia católica, las dos partes asumieron un compromiso que atiende la exigencia del movimiento indígena: la derogatoria del decreto que había liberado el precio del diésel y la gasolina, encareciéndolos hasta en 123%.

 

Ríos de gente, en un alto número indígenas que se habían manifestado durante toda la semana, se volcaron a las calles de Quito para festejar, pese al toque de queda impuesto por el presidente Lenín Moreno a raíz de los fuertes disturbios de la víspera. 

 

LEA: Conaie insiste en renuncia de ministros Romo y Jarrín

 

También hubo fuegos pirotécnicos en los exteriores del Ágora, el coliseo donde se concentraron los aborígenes que habían llegado a la capital en una movilización respaldada por estudiantes y algunos sindicatos. 

 

El líder de la Confederación de Nacionalidades Indígenas, Jaime Vargas, anunció de inmediato el levantamiento de las protestas que dejaron siete muertos, 1.340 heridos y 1.152 detenidos según la Defensoría del Pueblo.  

 

Noticias
Recomendadas