06 sep 2013 , 03:19

Obama no consiguió apoyo del G20 para atacar Siria

Los 11 países participantes señalaron que el conflicto de Siria "no tiene una solución militar".

La cumbre de líderes del G20, desarrollada en San Petersurgo, concluyó sin que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, lograra el respaldo de sus socios para atacar Siria; no obstante, seguirá con sus planes de castigar militarmente al régimen de Bachar al Asad.

 

La crisis de Siria y su evolución, desde que Washington acusó a Damasco de haber empleado armas químicas contra la población el 21 de agosto, se coló definitivamente en la cita anual de los mandatarios de este foro de países industrializados y emergentes, hasta el punto de dominar los debates.

 

"Seguimos pensando que el régimen de Al Asad usó armas químicas y es una tragedia. Debe haber una respuesta firme y medidas serias" para castigar a Damasco, pues las armas químicas son un peligro para toda la región", afirmó Obama en la conferencia de prensa que ofreció al final de dos días de cumbre.

 

Además, anunció que el próximo martes 10 de septiembre se dirigirá a los estadounidenses para hablar sobre este asunto, en lo que supone una inquietante señal de que seguirá adelante con su idea de intervenir militarmente en el país árabe.

 

Obama reconoció que, si bien la gran mayoría de sus colegas del G20 comparten la idea de que Al Asad ha rebasado la línea roja empleando armas químicas contra su población, muchos consideran inaceptable lanzar un ataque sin el aval del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

 

Pero dejó claro que eso no le detendrá porque "el Consejo de Seguridad de la ONU prácticamente está paralizado para una decisión sobre la cuestión siria", en alusión a la postura de Rusia y China contraria a una intervención, y cuyo veto lo impediría.

 

Su colega británico, David Cameron, aliado de EEUU en tantas acciones bélicas, mostró su total comprensión y apoyo al amigo americano, y no excluyó acciones en Siria sin mandato de una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU.

 

Por su parte, el anfitrión de la cumbre, el ruso Vladimir Putin, principal aliado de Damasco y opuesto radicalmente a un ataque, afirmó que su país ayudará a Siria en caso de un ataque militar exterior. "¿Vamos a ayudar a Siria? Sí", afirmó Putin. "Ya estamos ayudando. Suministramos armas y cooperamos en el terreno económico".

 

Los 11 países participantes de la cumbre firmaron un comunicado que señala: "Condenamos en los términos más firmes el horrible ataque con armas químicas perpetrado en los suburbios de Damasco el 21 de agosto; las pruebas claramente apuntan al Gobierno sirio como responsable del ataque, encuadrado en el uso de armas químicas por parte del régimen", han afirmado.

 

Renglón seguido, solicitan a la delegación de Naciones Unidas que presente "tan pronto como sea posible" sus resultados sobre las investigaciones realizadas en Damasco. Reconocen, también, que el conflicto de Siria "no tiene una solución militar", y reafirman su "compromiso" para buscar una "solución política pacífica" a la guerra. 

 

En la cita del G20 participaron Estados Unidos, España, Canadá, Australia, Francia, Italia, Corea del Sur, Arabia Saudí, Reino Unido, Japón y Turquía.

 

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