19 ago 2013 , 02:54

Expertos hablan de los riesgos de explotar el Yasuní

Expertos hablan sobre los riesgos que traería la explotación petrolera a la biodiversidad de Yasuní.

El Parque Nacional Yasuní  ha sido bautizado con más de un nombre, se lo conoce por ejemplo como “El Santuario de la Biodiversidad” o cómo “Paraíso Natural”. 

 

Pero ¿qué guarda este territorio para que sea considerado como el lugar más diverso del mundo?

 

Televistazo consultó a los investigadores de la Estación Científica de la Universidad Católica de Quito, para conocer más sobre lo que hay en este rincón.

 

Santiago Ron, científico especializado en anfibios, cuenta que desde que entró en funcionamiento la estación se han descubierto un sinnúmero de especies, entre ellas ocho nuevas clases de ranas. Sin embargo, asegura que todavía hay mucho más por descubrir.

 

“El parque todavía no ha sido explorado completamente, en términos biológicos, y la diversidad que conocemos ahora que sabemos que es fabulosa, es solamente una fracción de la diversidad total que existe en el parque”, señala Ron.

 

Aunque el número de especies que habitan en este lugar de la Amazonía es casi imposible de calcular, se estima que hay: 

 

100.000 especies de insectos 

3.000 tipos de plantas 

150 clases de anfibios 

120 especies de reptiles 

600 tipos de aves 

200 clases de mamíferos  

 

“En todo Yasuní hay una estimación que existen sobre las 2.000 especies de árboles. En nuestro estudio que es una parcela de 50 hectáreas, nosotros hemos encontrado 1.150 especies”, cuenta el investigador del proyecto, Renato Valencia.

 

La labor de Estación Científica está enfocada a la educación y principalmente a la investigación de la biodiversidad y la futura   explotación del campo Ishpingo-Tambococha-Tiputini (ITT). Hugo Navarrete, quien está al frente de este centro, manifiesta que aunque el espacio en el que se quiere explotar es mínimo, siempre existirá el riesgo de contaminación. 

 

“Industria petrolera, como hemos visto, con los más altos estándares, tiene accidentes, entonces no estamos libres de que haya un derrame o una contaminación importante en el momento en que se explote”.

 

Navarrete añade que una explotación en esta zona permitirá su colonización, lo que pondría plazo a la existencia del Yasuní: “en ese sentido, abrir un carretero es abrir la puerta para la colonización que puede catalizar la pérdida del bosque de aquí en los próximos 20 años”. 

 

Por ello los investigadores consideran que se debería pensar en otras alternativas para  aprovechar su riqueza  y no afectar la conservación de este patrimonio natural.

 

 

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