25 feb 2013 , 08:19

Presos de la cárcel de alta seguridad 'La Roca' disfrutaban de comodidades insólitas

Los internos de la cárcel 'La Roca', podían hacer llamadas telefónicas nacionales e internacionales por medio de un sistema de comunicación que habían instaurado,  lo cual -obviamente- está prohibido.   Esto explica la coordinación de la fuga con cómplices del exterior.   La red, que fue desarticulada por la Policía Nacional, burló a las grandes y costosas antenas inhibidoras de señales ubicadas en  la Penitenceria del Litoral y de la cárcel de máxima seguridad 'La Roca'.  

Los internos de la cárcel 'La Roca', podían hacer llamadas telefónicas nacionales e internacionales por medio de un sistema de comunicación que habían instaurado,  lo cual -obviamente- está prohibido.

 

Esto explica la coordinación de la fuga con cómplices del exterior.

 

La red, que fue desarticulada por la Policía Nacional, burló a las grandes y costosas antenas inhibidoras de señales ubicadas en  la Penitenceria del Litoral y de la cárcel de máxima seguridad 'La Roca'.

 

Funcionaba con antenas caseras, ubicadas en los alrededores de la cárcel. La antena atrae la señal que llega a la base de teléfonos inalámbricos a su vez conectada a un módem con chip, que no es de celular sino de un sistema convencional; luego los auriculares del teléfono son ingresados a la cárcel y los reclusos pueden hacer llamadas, no solo nacionales sino internacionales, según el coronel Wladimir León, quien lideró el operativo que desbarató esta red.

 

Los reos, pagaban de 600 a 700 dólares mensuales por mantener el sistema clandestinamente, manifestó León. 

 

León explicó, además, que como es un sistema inalámbrico y no celular ninguna antena inhibidora corta la señal.

 

Al momento del hallanamiento se detuvo a tres personas, quienes eran las encargadas de cuidar las antenas dentro de una vivienda. 

 

El alcance es de 1 kilómetro a la redonda; por ello los operativos son constantes por las cárcel para encontrar otras centrales clandestinas.

 

La pena por comercializar servicios de telecomunicaciones, sin estar legalmente facultados, es de hasta cinco años de prisión.

 

Como no es la primera vez que la Policia desarticula el sistema, no se descarta que otras antenas esten  funcionando en este momento, sobre todo porque los equipos se los consigue facilmente en el mercado.

 

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